Cuando salí de aquella tupida alfombra de piornos, uces y xestas, me sentí más despejado y no paré hasta la siguiente loma, la del Lombeiro del Calvo, que pensaba encontrarme con león y mora por la dirección que habían tomado, pero nada de nada. De prisa y corriendo me dirigí al Pradoval, donde ahí si hay piedras grandes de 4 ó 5 m. de altura y con un campo muy amplio de visión, me subí a una y descanse un rato, me repuse un poco del susto, moví la brújula de la cabeza en todas direcciones, escuche con las dos orejas, pero ni una vaca, ni un perro, ni un ladrido, ni un aullido, ni una rata. Continuo la ruta de subir hasta el alto de la montaña por la fuente la Uz, esquivando las uces de metro y medio, muy abundantes por encontrarse en su medio natural. Al llegar al alto me subo a otra piedra y decido que dirección tomar, Teixedelo, Pradofoxo o Campanarios, me decido por esta última y acierto, aún anduve un rato dirección Portugal hasta que veo a guinda el cabestro, y el resto por allí desparramadas, tengo que pasar por el medio y encararlas por donde he venido, a mi paso van levantando la cabeza y mirándome como un extraño, hay un toro que impone cierto miedo, pero no llego al final de la manada y, guinda se pone en marcha y todas detrás por donde yo había venido, intento contarlas, fue imposible, me faltaba el habla. Durante el trayecto de regreso algunos becerros, terneros más jóvenes se quedaban detrás mío, esto me daba más tranquilidad y los dejaba, si viene el lobo siempre se comerá al último y así no soy yo.
Cuando empezaba a oscurecer un poco y estaba llegando al tupido velo de piornos donde me había encontrado con el lobo. Los cuatro becerros que venían detrás hacen una estampida saltando uces, piornos y carrascos, me pasan corriendo asustados y siento los pasos de dos lobos corriendo por entre las uces detrás mío. No quiero mirar para tras, sé que soy el último. Y cuando ya imaginaba dos lobos saltando sobre mi cabeza.! Ya que me vais a comer, comerme de cara! Me giro y grito;! León, Mora! empapados de sudor con media lengua fuera y sin ningún rastro de sangre.
Esta basado en un hecho real y este su protagonista.
¿Os preguntareis por qué un comportamiento tan raro de un lobo aullando sin parar y un caso tan extraño de estas sierras Sanabresas? Tiene una lógica razonable. ¿Rabioso ó herido?
Cuando empezaba a oscurecer un poco y estaba llegando al tupido velo de piornos donde me había encontrado con el lobo. Los cuatro becerros que venían detrás hacen una estampida saltando uces, piornos y carrascos, me pasan corriendo asustados y siento los pasos de dos lobos corriendo por entre las uces detrás mío. No quiero mirar para tras, sé que soy el último. Y cuando ya imaginaba dos lobos saltando sobre mi cabeza.! Ya que me vais a comer, comerme de cara! Me giro y grito;! León, Mora! empapados de sudor con media lengua fuera y sin ningún rastro de sangre.
Esta basado en un hecho real y este su protagonista.
¿Os preguntareis por qué un comportamiento tan raro de un lobo aullando sin parar y un caso tan extraño de estas sierras Sanabresas? Tiene una lógica razonable. ¿Rabioso ó herido?