Bienaventurados los que se ríen de sí mismos porque la
felicidad les durará toda su vida.
La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos.
Al menos déjame admirarte durante un minuto, así, aunque sea, serás mía en mis sueños.
Tenemos más días por vivir que placeres.
Podrá apagarse el sol, podra vaciarse el
mar, pero nunca lo que por ti siento, podráseme olvidar.