Día de pastoreo, siempre habia pastores profesionales, pero entonces empezaban a escasear, el ganado habia que guardarlo entre los vecinos del pueblo, un día iban unos y otros los demas, ese día nos toco a nosotros, cinco rebaños, cinco pastores, el tio Domingo, Consuelo, Toña, Lito, y yo, los tres últimos entre catorce y quince años.
Mañana apacible de primavera, empezaba a asomar el Sol por lo alto de las montañas, olor a flor de carqueixa y brezo, escuchando el sonido de los cencerros de las ovejas. el canto de las perdices y otro pájaro que le llaman trastallá, qué cuando canta daba la impresion que decia ¡teeente na raiz- tente na Raiiiz! decian los mayores que nos estaban invitando a que no nos fuésemos del pueblo. Todo transcurria con normalidad, al otro lado de rio Tuela los de Chanos nos gritaban ¡loobos de Lubián! le contestábamos aun más fuerte ¡zamarreiros de Chaaaus!. Risas, todo muy bien, al llegar frente los prados del Canizo ahi ya empezó la movida, de entre unos matorrales sacaron los perros a dos lobos, empezaron a correr detras de ellos y le metieron una escaramuza de miedo, se sentian ladrar muy lejos, (Nas Maseiras de Chanos) nosotros nos frotábamos las manos de contentos pues se avecinaba un día tranquilo ¡ingenuos! los rebaños iban muy esparcidos, parecian los ñus de G. documentales de T. V.
El rebaño mío era el de la parte de alta, me da por mirar para arriba cuando veo que detras de unas piedras sale un lobo enorme, pega un salto y cogen un carnero de los mejores del rebaño, (los perros aun no habian llegado) Viendo la escena, empiezo a correr con el fin de recuperar la res, era cuesta arriba y no podía meter el repris suficiente para alcanzarles, al llegar a la pradera llana no los veía, sigo corriendo por el sendero mirando al frente, en esto que hay un regato con algo de maleza me meto, cual sería mi sorpresa que alli"el amigo con el fin de darse el banquete" tenia el carnero cogido por el pescuezo, unos dientes blancos y muy grandes, total que no lo pise de milagro, me quedé que no me salia la voz y sin saber cómo reacionar, un susto mayúsculo, eso sí, el lobo no lo llevo menos, se echó contra el barranco y se tiró un pedo atronador, sale corriendo, el carnero detras de el y yo detras del carnero ¿será imbécil este animal me preguntaba? al ir ganando distancía el lobo, el carnero con la cabeza torcida y sangrando, mira para atras y al verme se vino con migo para el rebaño.
Me atormentaron todo el día, me vieron cara de pardillo y dirían buena fiesta vamos a tener hoy, no pasó mucho tiempo y volvieron ahora ya eran dos lobos al ataque, me engancharon una cabra, ahi ya intervino Leon y una perra llamada Cadena extraordinarios los dos, se la hicieron soltar, a la vez que yo le gritaba casi afónico todos los tacos que me venían a la mente ¡ca.... h.....! y todo eso.
Las cabras de asustadas que estaban, me miraban se juntaban todas y no querian caminar para volver a casa, ha tenido Lito que regresar con su rebaño juntarlas y así fueron desfilando, cuando llegamos a casa era bien entrada la noche.
Total, que cuatro lobos y al fin no han podido llevarse nada al estómago en todo el día, ya desesperados del hambre, al atardecer al Sr. Domingo cerca del Cortello de los lobos le mataron una cabra.
Mañana apacible de primavera, empezaba a asomar el Sol por lo alto de las montañas, olor a flor de carqueixa y brezo, escuchando el sonido de los cencerros de las ovejas. el canto de las perdices y otro pájaro que le llaman trastallá, qué cuando canta daba la impresion que decia ¡teeente na raiz- tente na Raiiiz! decian los mayores que nos estaban invitando a que no nos fuésemos del pueblo. Todo transcurria con normalidad, al otro lado de rio Tuela los de Chanos nos gritaban ¡loobos de Lubián! le contestábamos aun más fuerte ¡zamarreiros de Chaaaus!. Risas, todo muy bien, al llegar frente los prados del Canizo ahi ya empezó la movida, de entre unos matorrales sacaron los perros a dos lobos, empezaron a correr detras de ellos y le metieron una escaramuza de miedo, se sentian ladrar muy lejos, (Nas Maseiras de Chanos) nosotros nos frotábamos las manos de contentos pues se avecinaba un día tranquilo ¡ingenuos! los rebaños iban muy esparcidos, parecian los ñus de G. documentales de T. V.
El rebaño mío era el de la parte de alta, me da por mirar para arriba cuando veo que detras de unas piedras sale un lobo enorme, pega un salto y cogen un carnero de los mejores del rebaño, (los perros aun no habian llegado) Viendo la escena, empiezo a correr con el fin de recuperar la res, era cuesta arriba y no podía meter el repris suficiente para alcanzarles, al llegar a la pradera llana no los veía, sigo corriendo por el sendero mirando al frente, en esto que hay un regato con algo de maleza me meto, cual sería mi sorpresa que alli"el amigo con el fin de darse el banquete" tenia el carnero cogido por el pescuezo, unos dientes blancos y muy grandes, total que no lo pise de milagro, me quedé que no me salia la voz y sin saber cómo reacionar, un susto mayúsculo, eso sí, el lobo no lo llevo menos, se echó contra el barranco y se tiró un pedo atronador, sale corriendo, el carnero detras de el y yo detras del carnero ¿será imbécil este animal me preguntaba? al ir ganando distancía el lobo, el carnero con la cabeza torcida y sangrando, mira para atras y al verme se vino con migo para el rebaño.
Me atormentaron todo el día, me vieron cara de pardillo y dirían buena fiesta vamos a tener hoy, no pasó mucho tiempo y volvieron ahora ya eran dos lobos al ataque, me engancharon una cabra, ahi ya intervino Leon y una perra llamada Cadena extraordinarios los dos, se la hicieron soltar, a la vez que yo le gritaba casi afónico todos los tacos que me venían a la mente ¡ca.... h.....! y todo eso.
Las cabras de asustadas que estaban, me miraban se juntaban todas y no querian caminar para volver a casa, ha tenido Lito que regresar con su rebaño juntarlas y así fueron desfilando, cuando llegamos a casa era bien entrada la noche.
Total, que cuatro lobos y al fin no han podido llevarse nada al estómago en todo el día, ya desesperados del hambre, al atardecer al Sr. Domingo cerca del Cortello de los lobos le mataron una cabra.
Curioso relato Piño, yo creo que ese carnero padecia el síndrome de Estocolmo al correr detrás de su depredador. Pasaste un día muy ajetreado!
Un saludo desde Padornelo.
Un saludo desde Padornelo.
