El director de la Agencia de Protección Civil, Luis Aznar Fernández, confirmó que se movilizó a un centenar de personas para atender a los heridos y las familia. Además, los servicios del 112 transformaron un puesto médico avanzado en la antigua estación de Linarejos para atender heridos menos leves que presentaban magulladuras y alguna rotura.
Los viajeros iban saliendo de los vagones, asustados, y los heridos recibieron atención médica, mientras las personas que salieron ilesas esperaban a su evacuación en catorce autobuses concertados por Renfe hasta sus puntos de destino, en Galicia y Madrid, según indicaron fuentes de la compañía ferroviaria. Una operación que, según las quejas de algunos viajeros, no se desarrolló con la celeridad deseada. A medida que pasaba el tiempo, la lluvia y el frío se dejaban notar en la estación de Linarejos.
David Varela, un joven de 19 años, fue testigo directo del accidente al viajar en el tren que estaba parado en Linarejos. «Salí a la puerta del vagón a fumarme un cigarro, cuando vi venir al otro Talgo. Observé que cogía nuestro desvío, daba un violento bote y se precipitaba hacia nosotros sin tiempo para reaccionar. Calculo que debía ir a unos cien kilómetros por hora. Vi saltar al maquinista y le imité; posiblemente eso me ha salvado la vida, porque justo el sitio donde yo estaba se vio envuelto en llamas». Según el parecer de este testigo, el tren de Galicia tenía luz verde y la causa probable del accidente no ha sido un fallo humano sino que las agujas no se accionaron correctamente.
Algunos de los viajeros del Talgo que se dirigía a Madrid indicaron que habían percibido cierto olor a quemado, por lo que sospechan que la máquina podía tener alguna avería; ya que además realizó varias paradas durante el recorrido acumulando un considerable retraso. Uno de los camareros indicó sin embargo que no había ningún olor extraño en el tren, y en todo caso una posible avería no parece tener relación con el siniestro.
En todo caso las causas se determinaran con la investigación que realice la compañía ferroviaria, que nada más producirse el siniestro diseñó un plan alternativo de transportes para los trenes nocturnos del corredor Madrid-Galicia, que fueron desviados por Valladolid-Palencia-Orense-León. Además, el tren regional que ayer tenía previsto circular de Valladolid a Puebla de Sanabria fue transbordado por carretera hasta su destino.
Directivos de Renfe se desplazaron hasta el lugar de los hechos para coordinar las labores de atención a los heridos y la puesta en marcha del plan alternativo. También acudieron hasta Linarejos el delegado del Gobierno, Miguel Alejo; el subdelegado, Carlos Hernández; la delegada de la Junta, Elvira Fernández, y el presidente de la Diputación. Por su parte, tanto el presidente de la Junta como la ministra de Fomento fueron informados puntualmente de lo que iba ocurriendo, y a última hora llegaba el consejero de Fomento, Antonio Silván.
La delegada territorial se desplazó anoche a visitar a los heridos que quedaron ingresados en el Virgen de la Concha. ".
Los viajeros iban saliendo de los vagones, asustados, y los heridos recibieron atención médica, mientras las personas que salieron ilesas esperaban a su evacuación en catorce autobuses concertados por Renfe hasta sus puntos de destino, en Galicia y Madrid, según indicaron fuentes de la compañía ferroviaria. Una operación que, según las quejas de algunos viajeros, no se desarrolló con la celeridad deseada. A medida que pasaba el tiempo, la lluvia y el frío se dejaban notar en la estación de Linarejos.
David Varela, un joven de 19 años, fue testigo directo del accidente al viajar en el tren que estaba parado en Linarejos. «Salí a la puerta del vagón a fumarme un cigarro, cuando vi venir al otro Talgo. Observé que cogía nuestro desvío, daba un violento bote y se precipitaba hacia nosotros sin tiempo para reaccionar. Calculo que debía ir a unos cien kilómetros por hora. Vi saltar al maquinista y le imité; posiblemente eso me ha salvado la vida, porque justo el sitio donde yo estaba se vio envuelto en llamas». Según el parecer de este testigo, el tren de Galicia tenía luz verde y la causa probable del accidente no ha sido un fallo humano sino que las agujas no se accionaron correctamente.
Algunos de los viajeros del Talgo que se dirigía a Madrid indicaron que habían percibido cierto olor a quemado, por lo que sospechan que la máquina podía tener alguna avería; ya que además realizó varias paradas durante el recorrido acumulando un considerable retraso. Uno de los camareros indicó sin embargo que no había ningún olor extraño en el tren, y en todo caso una posible avería no parece tener relación con el siniestro.
En todo caso las causas se determinaran con la investigación que realice la compañía ferroviaria, que nada más producirse el siniestro diseñó un plan alternativo de transportes para los trenes nocturnos del corredor Madrid-Galicia, que fueron desviados por Valladolid-Palencia-Orense-León. Además, el tren regional que ayer tenía previsto circular de Valladolid a Puebla de Sanabria fue transbordado por carretera hasta su destino.
Directivos de Renfe se desplazaron hasta el lugar de los hechos para coordinar las labores de atención a los heridos y la puesta en marcha del plan alternativo. También acudieron hasta Linarejos el delegado del Gobierno, Miguel Alejo; el subdelegado, Carlos Hernández; la delegada de la Junta, Elvira Fernández, y el presidente de la Diputación. Por su parte, tanto el presidente de la Junta como la ministra de Fomento fueron informados puntualmente de lo que iba ocurriendo, y a última hora llegaba el consejero de Fomento, Antonio Silván.
La delegada territorial se desplazó anoche a visitar a los heridos que quedaron ingresados en el Virgen de la Concha. ".