Linarejos no vale nada, sólo lo vale su gente.
No es un
pueblo viejo, ni
monumental, ni siquiera ordenado, casi ni es un pueblo, pero las grandes historias que me contaron allí me han acompañado cada vez que iba a una zona montañosa.
Parece ser que gentes de Pedroso fundaron el pueblo hacia el siglo XVIII, con motivo de la explotación del lino, de ahí su nombre.
La repoblación forestal con
pinos en el siglo XX contó siempre con la oposición de los nativos, que se dedicaban a la miel que
... (ver texto completo)