FUENTESPREADAS: S. RAMOS. Fuentespreadas ...

S. RAMOS. Fuentespreadas
Rufina Vicente Moralejo es todo un baluarte de la labor asistencial allende los mares, en Cuba, donde llegó en 1957 tras realizar el noviciado como sierva de María- ministras de los enfermos. Precisamente su llegada al Caribe coincidió con el derrocamiento de Batista y la entrada en el poder de Fidel Castro. «Recuerdo cómo bajaban de la sierra y las persecuciones que hubo, principalmente con los colegios de enseñanza privada y distintas órdenes religiosas. Pero con nosotras nunca se han metido. Es más, se han reclamado nuestros servicios para asistir, por ejemplo, a la abuela de la que fuera en su día secretaria de Castro, Celia Sánchez». Ahora, rodeada de la familia, pasa sus vacaciones en Fuentespreadas, y a sus 83 años está convencida de que no volverá a su tierra natal. Después de tantos años, España sigue siendo «mi familia y mi patria, pero mi vida ha transcurrido en Cuba».
—Ejercer como religiosa la asistencia al enfermo ¿le ha ocasionado problemas en Cuba?
—Con nosotras no se meten. Incluso puedo decir que ahora nos aprecian mucha por la labor que hacemos en los hospitales. Con la caída de Batista muchos fueron los ricos que salieron del país con las manos llenas abandonando a sus familiares más ancianos, y ahí estuvimos nosotras. A día de hoy puedo decir que incluso están saliendo vocaciones nuevas dentro de nuestra orden que esperemos se consoliden y puedan continuar con la labor que nosotros llevamos desde hace mas de medio siglo.
— ¿Cuántas casas mantienen abiertas allí?
—Hay concretamente cuatro. Una en La Habana, donde yo estoy. Voy a cumplir 83 años y no me he movido de ella. Es una ciudad preciosa a pesar de la pobreza que se respira y el abandono. La casa madre está en Madrid, pero al igual que en Cuba, mantiene presencia en África, Puerto Rico o Santo Domingo. Yo tenía 27 años cuando llegué a «Cubita bella». Al principio estuvimos veinte años sin regresar a España, pero luego, desde Roma se instauraron las vacaciones de los religiosos y volvía cada cinco años a Fuentespreadas. Hacía ya bastante que no venía porque mis huesos se resienten, no olvidemos que vivo en el trópico, con calor húmedo. Así que con toda probabilidad ya con 83 años será difícil que regrese.
— ¿Cómo encuentra Fuentespreadas desde su partida hasta ahora?
—Muy cambiada, esto parece Madrid. Una familia con tres miembros puede tener hasta tres o cuatro coches, algo impensable allá en La Habana. Yo, si no conozco a mucha gente de la que vive en el pueblo, sí que la saco por la pinta. Aquí me gusta estar con la familia. De los diez hermanos que éramos cinco ya han fallecido y estoy con mis sobrinas carnales estupendamente.
— ¿Cómo se mantienen ustedes en La Habana, si no reciben subvención del Estado?
—La gente nos ayuda económicamente por nuestros servicios de asistencia a los enfermos, pero también la congregación envía dinero. En La Habana, a pesar de que parezca lo contrario, hay mucha gente mayor, mucha miseria, y sólo los que tienen dólares sobreviven. Así que la beneficencia siempre tiene respuesta.
— ¿Está ahora mejor visto el clero en ese país?
—Yo creo que está despertando la fe en mucha gente. Hay seminaristas jóvenes e incluso se están viendo beatificaciones.
—Por lo que cuenta, parece que se ha adaptado perfectamente.
—Cuba es acogedora, la gente es muy cariñosa y son inteligentes. De España nunca me olvido, siempre me despido cantando «Adiós mi España querida», pero estoy muy contenta allí y también sé el himno cubano, «Guantanamera». Allí se han vivido momentos muy duros y sigue habiendo infinidad de carencias, hasta en la comida, en un lugar tan rico, por ejemplo, en fruta. Pero toda la exportan, así que si no tienes dólares no puedes comprar.
— ¿Conoce a más gente de la congregación aquí en España?
—Claro. Algunas ya están en la patria celestial, pero a otras voy a visitarlas este verano. Por ejemplo, en San Sebastián está mi hermana y también voy a ir a Salamanca donde este año se celebran los 150 de la fundación de la organización a la que pertenezco.