La concejala Yolanda Iglesias habla con un vecino en el acto de ayer.
Foto MIguel Rodríguez
MULTIMEDIA
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IRENE GÓMEZ Casi un mes después de que se declarara la «guerra del agua» en Fuentesaúco, ayer tenía lugar la tercera protesta ciudadana -la segunda que convoca el PSOE-, que concentró a las puertas del Ayuntamiento a unos doscientos vecinos, digamos que los incondicionales con una batalla que los socialistas no parecen dispuestos a enterrar. Aún así, y con la ostensible presencia de la Guardia Civil con hasta siete agentes y algún otro de paisano, la protesta volvió a cumplir el propósito de hacer llegar el malestar ciudadano al equipo de gobierno por la «exagerada» subida del agua y la «ridícula» bajada que se pretende aplicar, pero también denotó cierto desgaste después de tres concentraciones.
Quizás, conscientes de ello, los socialistas se proponen continuar con las acciones para forzar una bajada en el recibo del agua, pero más circunscritas al ámbito político. De entrada, la concejala Yolanda Iglesias va a presentar una moción para que el Pleno apruebe «una bajada más razonable que la que nos proponen». Y se han entregado más de cuatrocientas firmas en el Ayuntamiento para avalar el malestar ciudadano.
Un enojo ayer de nuevo patente a juzgar por la reacción de los manifestantes que estuvieron durante más de media hora requiriendo la presencia de la alcaldesa en funciones, Victoria del Rey, para que explicara las condiciones del contrato firmado con Aquagest. «No da la cara, tiene que dar la cara al pueblo», gritaba un vecino. «Bajada para otros», soltaba un grupo de mujeres: « ¿y el sueldo del secretario?» se preguntaba alguien. Todos los esfuerzos resultaron inútiles. A diferencia del anterior alcalde, Jaime Vega -abandonó el cargo días después de la segunda manifestación- que sí arrostró el chaparrón, Victoria del Rey permaneció en el despacho. Este diario intentó hablar con ella, pero se nos comunicó que estaba reunida.
La realidad es que el Ayuntamiento ya dio un paso con la bajada en diez céntimos en el consumo y la reducción a la mitad de la tasa den la depuración de uso no doméstico de 15 a 6 euros para pequeños comercios e industrias. Un paso, por otro lado, «totalmente ridícula» para el PSOE, como afirma Berta Romero, presidenta de la Agrupación Local saucana; «esperemos que se tomen esto en serio y acuerden una solución un poco más coherente con el problema y no la ridiculez de bajarte 0,10 céntimos que es del todo insuficiente porque en recibos de 30 metros cúbicos de agua te supone una rebaja de dos euros».
Romero sostiene que el acuerdo alcanzado por el equipo de gobierno del PP con la empresa Aquagest parecen más bien «unas migajas para que nos callemos. Y si eso es lo que pretenden no lo van a conseguir. La gente no está dispuesta a pagar estas salvajadas. Ya no se trata de no pagar voluntariamente, es que hay muchas personas que, por sus ingresos, no pueden soportar los recibos».
Para corroborar los «elevados» costes de depuración, el PSOE repartió información sobre el un estudio comparativo según el cual en Fuentesaúco se paga más que en Valladolid, Salamanca o Zamora. A lo que se suma, según la socialista Encarna Sánchez, un «exagerado» recibo del IBI. «Estamos pagando unas tasas de 0,85 en rústica y 0,75 en urbana, cuando la media de la provincia está en un 0,53».
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IRENE GÓMEZ Casi un mes después de que se declarara la «guerra del agua» en Fuentesaúco, ayer tenía lugar la tercera protesta ciudadana -la segunda que convoca el PSOE-, que concentró a las puertas del Ayuntamiento a unos doscientos vecinos, digamos que los incondicionales con una batalla que los socialistas no parecen dispuestos a enterrar. Aún así, y con la ostensible presencia de la Guardia Civil con hasta siete agentes y algún otro de paisano, la protesta volvió a cumplir el propósito de hacer llegar el malestar ciudadano al equipo de gobierno por la «exagerada» subida del agua y la «ridícula» bajada que se pretende aplicar, pero también denotó cierto desgaste después de tres concentraciones.
Quizás, conscientes de ello, los socialistas se proponen continuar con las acciones para forzar una bajada en el recibo del agua, pero más circunscritas al ámbito político. De entrada, la concejala Yolanda Iglesias va a presentar una moción para que el Pleno apruebe «una bajada más razonable que la que nos proponen». Y se han entregado más de cuatrocientas firmas en el Ayuntamiento para avalar el malestar ciudadano.
Un enojo ayer de nuevo patente a juzgar por la reacción de los manifestantes que estuvieron durante más de media hora requiriendo la presencia de la alcaldesa en funciones, Victoria del Rey, para que explicara las condiciones del contrato firmado con Aquagest. «No da la cara, tiene que dar la cara al pueblo», gritaba un vecino. «Bajada para otros», soltaba un grupo de mujeres: « ¿y el sueldo del secretario?» se preguntaba alguien. Todos los esfuerzos resultaron inútiles. A diferencia del anterior alcalde, Jaime Vega -abandonó el cargo días después de la segunda manifestación- que sí arrostró el chaparrón, Victoria del Rey permaneció en el despacho. Este diario intentó hablar con ella, pero se nos comunicó que estaba reunida.
La realidad es que el Ayuntamiento ya dio un paso con la bajada en diez céntimos en el consumo y la reducción a la mitad de la tasa den la depuración de uso no doméstico de 15 a 6 euros para pequeños comercios e industrias. Un paso, por otro lado, «totalmente ridícula» para el PSOE, como afirma Berta Romero, presidenta de la Agrupación Local saucana; «esperemos que se tomen esto en serio y acuerden una solución un poco más coherente con el problema y no la ridiculez de bajarte 0,10 céntimos que es del todo insuficiente porque en recibos de 30 metros cúbicos de agua te supone una rebaja de dos euros».
Romero sostiene que el acuerdo alcanzado por el equipo de gobierno del PP con la empresa Aquagest parecen más bien «unas migajas para que nos callemos. Y si eso es lo que pretenden no lo van a conseguir. La gente no está dispuesta a pagar estas salvajadas. Ya no se trata de no pagar voluntariamente, es que hay muchas personas que, por sus ingresos, no pueden soportar los recibos».
Para corroborar los «elevados» costes de depuración, el PSOE repartió información sobre el un estudio comparativo según el cual en Fuentesaúco se paga más que en Valladolid, Salamanca o Zamora. A lo que se suma, según la socialista Encarna Sánchez, un «exagerado» recibo del IBI. «Estamos pagando unas tasas de 0,85 en rústica y 0,75 en urbana, cuando la media de la provincia está en un 0,53».