FIGUERUELA DE SAYAGO: EL TRABAJO DE LOS INMIGRANTES...

EL TRABAJO DE LOS INMIGRANTES

Allá en la lejana España, mis bisabuelos,
en medio de tristes guerras y de miseria,
dijeron a mis abuelos que con trabajo
vivirían tranquilos en nuestra América.

Entonces ellos, sus hijos, dejaron todo:
familiares, amigos, a Zamora, su suelo,
emigraron muy tristes pero valientes
con la ilusión del trabajo bajo otro cielo.

Aquí el sudor mojaba sus toscas ropas
y sus manos de a poco encallecieron,
sus espaldas desearon que se haga noche,
mas tuvo otro sabor el pan que comieron.

Mis padres, sin asombro, vivieron siempre
en medio del trabajo de cada día,
y también aprendieron que su cansancio
si viene del trabajo los dignifica.

También crecí aprendiendo cada mañana
que no es una tortura la campanilla
del reloj que nos saca de nuestro sueño
para emprender el trabajo de cada día.

Sé que no hay nada más dulce que el buen reposo
y quiero que mis hijos también lo sepan;
si lo logro y trabajan con alegría
habrá un nuevo eslabón
DE ELENA SALVÁ BARBERO (Poetisa de TRES LOMAS_Argentina)