ENTRALA: La otra cara de la reforma...

La otra cara de la reforma
La vida sigue, con crisis y todo, en una provincia rural como Zamora mientras se presenta la propuesta de la Política Agraria Comunitaria


El ganadero de Entrala, Pedro Tuda, atiende la explotación de ovino.
Foto Ical
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ICAL/JUANMA DE SAA Buena parte de los agricultores y los ganaderos zamoranos que trabajan en el campo a título principal reconocen no prestar excesiva atención a algo que les afecta de forma directa pero que, a fuerza de trazar círculos concéntricos, cada vez más farragosos y difíciles de entender, tiende a suscitar cierto desdén. «Nosotros tenemos mucho que decir pero es poco el caso que nos harían», dice José Luis González, de 56 años, que gestiona con su hermano Ángel una explotación ganadera en Friera de Valverde, 68 kilómetros al norte de la capital zamorana. «En realidad, la PAC no es más que una subvención a una especie en extinción, que es lo que somos los agricultores y los ganaderos», sentencia.

La explotación de los hermanos González cuenta con unos 200 terneros de ceba y a esa tarea se añade una pequeña parte de agricultura. «Lo ideal es que esas ayudas no tuvieran que existir pero, si ya quedamos cada vez menos profesionales, sin esas ayudas no podríamos subsistir», afirma. «Desgraciadamente, la PAC está muy bien para los que tienen mucho terreno pero, en mi caso, que es de la mayoría de la gente de esta zona, apenas es una propinilla que te ayuda a terminar el año», anota.

El volumen de las ayudas vinculadas a la PAC cuesta a los europeos la friolera de 60.000 millones de euros, de los que, según los datos de 2009, 7.500 revirtieron en el campo español. «Están haciendo negociaciones a nivel nacional e internacional y creo que deberían ser más equitativos con los que realmente nos dedicamos profesionalmente al campo», se queja Héctor Rodríguez, agricultor nacido hace 36 años, con explotaciones de cereal, forraje y viñedo en Tardobispo, diez kilómetros al suroeste de Zamora, y Venialbo, localidad situada 30 kilómetros al sureste de la capital. «Nuestro mayor problema es que las ayudas van por igual para los jubilados que para quienes estamos en activo y que los costes de producción son cada vez mayores. Deberíamos ampliar las explotaciones para ser productivos y no se puede porque no hay disponibilidad de terreno», agrega.

Así, Rodríguez propone que se «anule» el régimen de los derechos porque «lo único que se fomenta es la especulación» y que se «prime» a los agricultores a titulo principal.

En este sentido, los profesionales coinciden al ver con buenos ojos la intención que tiene la Comisión Europea de moderar e, incluso, tender a acabar con las ingentes ayudas a los más pudientes que, curiosamente, no suelen distinguirse por su enorme capacidad productiva. «El 80 por ciento de las subvenciones se las llevan los grandes como la duquesa de Alba y compañía mientras que el resto nos lo repartimos los que de verdad vivimos de esto», denuncia José Luis González. «Se trata de asentar a la gente en el campo y hay que mirar quiénes vivimos en el campo. A toda esta gente lo que le sobra es dinero y ya lo dice el refrán: Al cerdo gordo, untarle el rabo», ironiza.

Uno de los caballos de batalla tradicionales radica, precisamente, en la consideración de lo que significa ser "agricultor en activo", concepto que divide a los expertos y que une a quienes dedican sus esfuerzos "a título principal" para producir desde la tierra, fijando población, creando riqueza y dando un sentido real a la economía, entendida desde el punto de vista tradicional de producir algo tangible por lo que se recibe algo tangible. «Dicen que se quiere hacer todo más verde y más social pero yo no me lo creo porque nunca lo ha sido ni lo va a ser, y menos ahora», asegura Pedro Tuda, nacido hace 54 años en Entrala, localidad ubicada a diez kilómetros al sur de Zamora, donde gestiona una explotación de 400 ovejas, «mitad en intensivo y mitad en extensivo» y con tradición familiar en la profesión. «No me preocupa la PAC por la producción que tenemos de ovejas de ordeño cerradas. Si consumes 250.000 kilos al año, con catorce pesetas más de diferencia, basta sumar. Ya te pueden dar PAC, que las cuentas son fastidiadas», aduce. «Además, hay mucha gente que cobra un millón de euros en ayudas sin actividad y eso para los que trabajamos en esto es de juzgado de guardia».
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Me podrían informar cómo comunicarme con el municipio de Zamora? Gracias. Soy hijo de un español y deseo buscar mis raíces.