EL PIÑERO: No olvidéis, tú, altanero Monrruelo, y tú, Prados de...

No olvidéis, tú, altanero Monrruelo, y tú, Prados de Abajo, que las Águilas de las que habláis, anidan en mis encinas. Encina las cuales sus hojas son acariciadas, con los rayos del sol, antes llegar a ti, Monrruelo. Prados tengo, y zarzales poseo, con un Juncal dónde se mecen los juncos con el viento. Más, fuentes de agua fresca, como veis yo soy el espíritu del Hondajo.