EL PIÑERO: En mis prados de abajo, entre chopos también se sintieron...

En mis prados de abajo, entre chopos también se sintieron toreros, armándose de valor se tumbaba en el suelo esperando la cornada de una vaca lechera. sueños, sueños... No te olvides Monrruelo, cuando vienen ventiscas, las rapaces de las que presumes, vuelan bajo buscando refugio entre los chopos y álamos de mis prados, no solo es bello ser de un teso. Al ser el espíritu de los prados de abajo, siento su alma, su corazón late, y corre por su suelo fangoso regatos de agua clara, procedente de pozas que sirvieron para regar los huertos, y en las noches de abril cantan los sapos en sus orillas, esperando su noche de boda.