El primer oficio, EL PIÑERO

SILVA

Ser como el barro quiero,
quiero ser en tus manos como el barro,
deseo al que me amarro
y libes de mi cuerpo los aromas,
penetres en mi mente
sin serte indiferente.
Tan dócil como el barro:
Amorosa, callada, sugerente
en lar de tu armonía.
Tú moldeando mi alma.
Sabiéndome la dueña de tu calma,
de tu paciente paz,
del silencio, la brisa, de la espera:
eterna primavera.
Rojo barro quisiera
entre tus manos ser.

Noemí