La Dolorosa, al encuentro de su Hijo, EL PIÑERO

(2010)
La lluvia, que ha sido recibida durante estos meses como una bendición y el remedio a una severa sequía; se convierte durante la Semana Santa en un contratiempo y amenaza que en ocasiones impide que los pasos invadan las calles, para regocijo se devotos y curiosidad de turistas.

Todo convive en esta semana tan especial y única en el año. La devoción y fe para unos, es para otros curiosidad y turismo. Pienso que la S. Santa no defrauda ni a los primeros ni a los otros.

¡FELIZ SEMANA SANTA!

Saludos...