La reordenación sanitaria afecta al Centro de Salud de Corrales
La jubilación de un médico que atendía Jambrina y Peleas no se cubrirá y «recargará» al resto de los profesionales
14.02.2014 | 00:44
Entrada al Centro de Salud de Corrales.
Entrada al Centro de Salud de Corrales. Foto L. O. Z.
S. R. El centro de salud de Corrales del Vino, donde trabajan ocho médicos y seis enfermeras para atender a 16 consultorios de la zona, entra dentro de la segunda fase de la reestructuración sanitaria que lleva a cabo la Junta de Castilla y León al jubilarse en mayo el galeno que venía atendiendo hasta ahora las localidades de Jambrina y Peleas de Abajo. Una plaza que no se cubrirá y que sin duda engrosará la carga asistencial de los siete médicos que queden, ya que la Junta estudia la posibilidad de que se mantengan los mismos días de consulta en Jambrina.
Algo con lo que no está de acuerdo el equipo sanitario del centro médico, que aboga por optimizar la atención a los pacientes y «quitando médicos, a la vez que se intenta mantener los mismos días de atención no se consigue nada más que perjudicar a los usuarios», explican fuentes del centro médico, teniendo en cuenta, que actualmente ya no se sustituyen las guardias ni las acumulaciones (cuando un médico se tiene que hacer cargo de sus pacientes y los del compañero que falta) y en algunos casos se retrasan las horas de las consultas y se altera la asistencia por parte del doctor habitual.
La reestructuración, según explican los sanitarios, afectará en el día a día de su trabajo ya que al centro de Corrales del Vino, con 3.259 tarjetas sanitarias, están adscritos pueblos tan lejanos como El Cubo del Vino, Peñausende o Cabañas de Sayago entre otros.
La Junta justifica la no cobertura de vacantes por jubilación como en el caso del médico de Jambrina mencionado en que no se puede mantener el mismo número de efectivos si desciende la población, algo que según los médicos entra en contradicción, ya que si descienden el número de sanitarios y se mantienen las consultas «es como dar duros a cuatro pesetas, porque el tiempo de atención a cada consultorio disminuye y la calidad se puede ver mermada» subrayan fuentes del equipo sanitario
La jubilación de un médico que atendía Jambrina y Peleas no se cubrirá y «recargará» al resto de los profesionales
14.02.2014 | 00:44
Entrada al Centro de Salud de Corrales.
Entrada al Centro de Salud de Corrales. Foto L. O. Z.
S. R. El centro de salud de Corrales del Vino, donde trabajan ocho médicos y seis enfermeras para atender a 16 consultorios de la zona, entra dentro de la segunda fase de la reestructuración sanitaria que lleva a cabo la Junta de Castilla y León al jubilarse en mayo el galeno que venía atendiendo hasta ahora las localidades de Jambrina y Peleas de Abajo. Una plaza que no se cubrirá y que sin duda engrosará la carga asistencial de los siete médicos que queden, ya que la Junta estudia la posibilidad de que se mantengan los mismos días de consulta en Jambrina.
Algo con lo que no está de acuerdo el equipo sanitario del centro médico, que aboga por optimizar la atención a los pacientes y «quitando médicos, a la vez que se intenta mantener los mismos días de atención no se consigue nada más que perjudicar a los usuarios», explican fuentes del centro médico, teniendo en cuenta, que actualmente ya no se sustituyen las guardias ni las acumulaciones (cuando un médico se tiene que hacer cargo de sus pacientes y los del compañero que falta) y en algunos casos se retrasan las horas de las consultas y se altera la asistencia por parte del doctor habitual.
La reestructuración, según explican los sanitarios, afectará en el día a día de su trabajo ya que al centro de Corrales del Vino, con 3.259 tarjetas sanitarias, están adscritos pueblos tan lejanos como El Cubo del Vino, Peñausende o Cabañas de Sayago entre otros.
La Junta justifica la no cobertura de vacantes por jubilación como en el caso del médico de Jambrina mencionado en que no se puede mantener el mismo número de efectivos si desciende la población, algo que según los médicos entra en contradicción, ya que si descienden el número de sanitarios y se mantienen las consultas «es como dar duros a cuatro pesetas, porque el tiempo de atención a cada consultorio disminuye y la calidad se puede ver mermada» subrayan fuentes del equipo sanitario