Conozco Villavicencio de hace muchus años. Mi madre es de allí y yo he pasado varios bastantes
veranos de mi niñez corriendo por sus eras
Y trigales y cazando con mi tio Octaviano y su perro Tom. Buen
pueblo y buenas
fiestas del
Cristo. Lo mejor, en
verano, sus
noches estrelladas vistas desde el castro y aquel olor a paja quemada en los hogares y a
pan bregado recien hecho.