VALLADOLID DE DESTINO
Entre brisas castellanas
Valladolid siempre espera,
sus nieblas que no son sanas
se notan en primavera.
Valladolid de destino
con olor a Campo Grande,
tierra de trigo y de vino
que nunca parece en balde.
Valle que tiene sus ríos
con un hermoso paisaje,
conociendo bien los fríos
su sufrido vasallaje.
Valladolid cuna de arte
entre grandes escultores,
el sentimiento comparte
esa ciudad de escritores.
El Pisuerga de testigo
viene dejando sus brisas,
que nadie las ve castigo
si provocan mil sonrisas.
Las Moreras adornadas
son jardines permanentes,
flores que viven cuidadas
por todas las buenas gentes.
Valladolid de destino
con su historia recordada,
no quiere dar desatino
esa ciudad encantada.
El Esgueva va tranquilo
por sus sendas anheladas,
en Valladolid perfilo
muchas horas encantadas.
Estas tierras castellanas
tan cargadas de leyendas,
rebosan en sus mañanas
lo bonito de sus sendas.
G X Cantalapiedra.
Entre brisas castellanas
Valladolid siempre espera,
sus nieblas que no son sanas
se notan en primavera.
Valladolid de destino
con olor a Campo Grande,
tierra de trigo y de vino
que nunca parece en balde.
Valle que tiene sus ríos
con un hermoso paisaje,
conociendo bien los fríos
su sufrido vasallaje.
Valladolid cuna de arte
entre grandes escultores,
el sentimiento comparte
esa ciudad de escritores.
El Pisuerga de testigo
viene dejando sus brisas,
que nadie las ve castigo
si provocan mil sonrisas.
Las Moreras adornadas
son jardines permanentes,
flores que viven cuidadas
por todas las buenas gentes.
Valladolid de destino
con su historia recordada,
no quiere dar desatino
esa ciudad encantada.
El Esgueva va tranquilo
por sus sendas anheladas,
en Valladolid perfilo
muchas horas encantadas.
Estas tierras castellanas
tan cargadas de leyendas,
rebosan en sus mañanas
lo bonito de sus sendas.
G X Cantalapiedra.