TORDESILLAS: HASTA LLEGAR A TORDESILLAS...

HASTA LLEGAR A TORDESILLAS
En aquella madrugada de agosto del año 1981, había que llegar a tierras tordesillanas, el buen hombre que veraneaba por la provincia de Alicante, en el camino de Valencia, la noche anterior se puso muy enfermo, pero a su yerno le comentó, “Si ves que me pongo de muerte, me montas en el Renault, 8. y me llevas hasta Tordesillas, allí resucitare”. Sus palabras se hicieron realidad, al llegar las seis de la madrugada, la esposa de aquel hombre, le comunicaba a su hija y yerno, el fallecimiento repentino de su marido, sin pensarlo demasiado, La hija y el yerno del hombre aquel, le envolvieron en una manta, y le bajaron hasta el automóvil, acoplándole en el asiento trasero, donde sin dudar empezaron el camino hasta Tordesillas, Más no fue como el hombre que parecía haber fallecido dijo, al tener que parar en Tarancón, provincia de Cuenca, por estar su esposa con el vientre y el estómago revuelto, y al dejar el coche cerrado delante del café restaurante, el hombre aquel se movía dentro de la manta donde iba envuelto. Al regresar al coche, los familiares, se dieron cuenta enseguida que no estaba fallecido, ya que respiraba y intentaba abrir sus ojos, sin pensarlo dos veces, arrancaron el coche a toda la velocidad que el Renault, 8, podía, y se lanzaron hasta Madrid, al Hospital de Gregorio Marañón, donde fueron muy bien atendidos en urgencias, y sin que el hombre se diera cuenta de su muerte en tierras de Levante. En dicho Hospital permaneció como unos quince días, y una vez dado de alta, la familia le llevó hasta su tierra tordesillana, sin contar a nadie su tragedia vivida, ya que no querían que se enterara nadie de dicho acontecimiento, que hubiera sido un poco temerario, e incluso sancionado por la ley. Aquel hombre al divisar Tordesillas, se le encendieron las visiones, recordando sus pasos de joven por esas tierras tan conocidas por él y tan queridas, su episodio pasó inadvertido, tan solo su hija le dijo a su padre un día, viniste durmiendo casi todo el camino desde la provincia de Alicante. Y nos asustamos un poco, por eso te ingresamos en el Hospital de Gregorio Marañón de Madrid, a lo que el hombre aquel le parecía lo más normal. G X Cantalapiedra.