AQUELLAS NIEBLAS DEL DUERO Y EL PISUERGA
Era la mañana del día de Navidad de mil novecientos setenta y uno, las nieblas del Duero y Pisuerga aquella mañana heladora, eran terribles, la visibilidad por Las orillas del Duero, no eran superiores a treinta metros, un coche SEAT, 600, D, circulaba por la carretera de Salamanca a Valladolid, habiendo salido de Tordesillas, sobre las ocho y media, estando la niebla cerrada con varios grados bajo cero. El coche antes de llegar a lo que ahora es El Montico, ... (ver texto completo)
Era la mañana del día de Navidad de mil novecientos setenta y uno, las nieblas del Duero y Pisuerga aquella mañana heladora, eran terribles, la visibilidad por Las orillas del Duero, no eran superiores a treinta metros, un coche SEAT, 600, D, circulaba por la carretera de Salamanca a Valladolid, habiendo salido de Tordesillas, sobre las ocho y media, estando la niebla cerrada con varios grados bajo cero. El coche antes de llegar a lo que ahora es El Montico, ... (ver texto completo)