EN AQUEL PEQUEÑO PUEBLO
Llegó la Semana Santa
aquel pueblo castellano,
que a su gente bien le encanta
por ver el calor humano.
El Cristo Crucificado
va sufriendo su condena,
el pueblo vive amarrado
al silencio de su pena.
Entre piedras milenarias
le sacan en procesiones,
son fechas extraordinarias
que conllevan oraciones.
Los corazones temblando
ante tanto sufrimiento,
todos conviven rezando
en tal acontecimiento.
Semana Santa de luto
con rezos y tradiciones,
es un dolor absoluto
que percibe sensaciones.
Es la Castilla que siente
las plegarias con dolores,
en esa semana ardiente
que llora sus sinsabores.
El Cristo Crucificado
es el que marca sus días,
como ese dios anhelado
que alegra sus fantasías.
Semana de los tambores
con sonidos de agonía,
en un tiempo de pasiones
y triste melancolía.
Las tradiciones se viven
en los pueblos castellanos,
y los recuerdos perviven
entre sus seres humanos.
G X Cantalapiedra.
Llegó la Semana Santa
aquel pueblo castellano,
que a su gente bien le encanta
por ver el calor humano.
El Cristo Crucificado
va sufriendo su condena,
el pueblo vive amarrado
al silencio de su pena.
Entre piedras milenarias
le sacan en procesiones,
son fechas extraordinarias
que conllevan oraciones.
Los corazones temblando
ante tanto sufrimiento,
todos conviven rezando
en tal acontecimiento.
Semana Santa de luto
con rezos y tradiciones,
es un dolor absoluto
que percibe sensaciones.
Es la Castilla que siente
las plegarias con dolores,
en esa semana ardiente
que llora sus sinsabores.
El Cristo Crucificado
es el que marca sus días,
como ese dios anhelado
que alegra sus fantasías.
Semana de los tambores
con sonidos de agonía,
en un tiempo de pasiones
y triste melancolía.
Las tradiciones se viven
en los pueblos castellanos,
y los recuerdos perviven
entre sus seres humanos.
G X Cantalapiedra.