PEDROSA DEL REY: MÁS ALLÁ DE LA VEJEZ...

MÁS ALLÁ DE LA VEJEZ
La vejez es un estado natural que termina con la muerte, pero de eso no voy hablar porque, aunque las células del cuerpo se van deteriorando. Nuestra juventud ya pasada a veces permanece una ilusión de la mente. Hay quien la conserva más tiempo a pesar de la inevitable telomerasa que algún día nos terminará venciendo.
Cada edad tiene su tiempo y, la bonita juventud que ya nos abandonó, nos dejó nutrirnos de muy buenos recuerdos; porque hay jóvenes viejos y viejos con muchas ganas de seguir prolongando la alegría de vivir. Todos sabemos que desde que nacemos empezamos a envejecer, pero hasta los sesenta y cinco años nos damos cuenta que empezamos otra etapa de jubilados para disfrutar de eso, que viene de júbilo y es la tercera edad.
En España hay más de ocho millones de mayores de 65 años y la esperanza de vida se ha situado en el 82,4% lo cual nos deja casi 18 años más para jugar a las cartas, o pasear nuestro cuerpo serrano, viajar y seguir bailando, como ahora nos quieren en la Seguridad Social, (mientras nos puedan seguir pagando la pensión…)
No es nada fácil aprender a ser mayores. La edad del cuerpo no es igual que la de nuestra mente que puede engañarnos, antes de ver esa rueda del tiempo que es un juez implacable. Sobretodo, cuando los amigos de nuestra edad van muriendo. También se puede uno morir antes si anímicamente te ves como un anciano que se encuentra solo entre la gente… Hoy en día con la crisis que estamos soportando, la figura del abuelo ha cambiado. Somos más útiles ayudando en las tareas de cuidar los nietos y, apoyos económicos en la familia. También nos vemos recompensados al verlos crecer mientras los enseñamos las piedras del camino y, toda la carrera de obstáculos que tiene la vida.
Hay una frase muy repetida por la obviedad que tiene: “Para ser viejo y sabio primero hay que ser joven y estúpido” y, tiene mucha razón, porque la vida es una escuela en la que todos terminamos por aprender bien esa lección. La experiencia es la madre de la ciencia, eso ya lo descubrimos con el tiempo. Y que de poco sirve si no sabemos influir en los demás.
Decía Antonio Gala: “Ser viejo es ser vencido por la amarga sospecha de no importarle a nadie”. Nuestra ilusión de mayores es ver unida a la familia y, disfrutar con ella de una compañía soñada para lo que nos reste de vida. Porque al final sólo es el jardín que podemos seguir cultivando... La experiencia nos enseña más que a ser listos o inteligentes, a ser sabios para dar los consejos que nadie escucha. Me quedo con lo que decía Albert Einstein “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo sólo tendrá una generación de idiotas”
En fin, nosotros somos testigos de un mundo incierto en el que nuestra madurez un día sólo sea un fantasma del pasado y, nos empuje a un cielo gris inexorable que nos haga abrazar la amarga noche silenciosa, más allá de la vejez.
Jacinto Herreras Martín