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MEDINA DEL CAMPO: ¡DIOS MIO QUE MALA SUERTE ¡...

¡DIOS MIO QUE MALA SUERTE ¡
Corrían vientos del sur
y solo hablaban de muerte,
era un penoso trasluz
de un vivir intrascendente,

Eran vientos imposibles
cargados de penitencia,
dicen que son invisibles
según comenta la ciencia.

Vienen por ciertos caminos
con sombras de impertinencia,
sin querer ser adivinos
no quieren dar indulgencia.

Este viento desgarrado
que quiere verse inocente,
tiene el camino marcado
en ese sufrido ambiente.

Fuerza que llega azotando
por caminos de viñedos,
a su paso va dejando
muchos posibles enredos.

El viento de la mañana
corre buscando senderos,
sin ver su senda profana
vive tiempos embusteros.

Estos vientos garrafales
que azotan hasta los pinos,
nadie los ve muy normales
con sus grises desatinos.
G X Cantalapiedra.