CUANDO EL PESIMISMO ES ENFERMEDAD
Aquel hombre castellano, que hace 78, años en su vida laboral siempre se estaba lamentando, era un hombre que tenía propiedades agrícolas, digamos labranza, con vacas y dinero escondido en sus cuadras entre los adobes cubiertos de argamasa, Sus seis vacas y un toro le daban para salir de sobra adelante, no le faltaba comida, ya que sus fincas le producían garbanzos y demás legumbres para sus animales e incluso para vivir dignamente, y no pasar estrecheces de aquellos años del racionamiento, Más su pesimismo era crónico, incluso sus amigos hablando con él, le animaban para borrarle esos pensamientos tan negros, En aquel invierno siempre estaba comentando, se me acabara el pienso de las vacas y no puedo darlas paja solo. El hombre aquel siempre que hablaba con alguien conocido salia de su boca el pesimismo que llevaba de enfermedad, hasta que llegó el mes de abril, su mente se ve que no pudo aguantar esa presión que tenía desde que empezó dicho racionamiento. El pienso de cereales se le agoto, y existía en aquellos años el famoso estraperlo, que parece que algún amigo suyo le recomendó, incluso le hablaron del eno, que es hierba segada de los prados, más este hombre una noche se marchó a su cama enfadado, no podía dar de comer a sus vacas, y a medianoche se levantó de la cama y se fue hasta la cuadra de dichos animales, su pensamiento y vista se fue directo a una cuerda que colgaba de la pared, mientras las vacas y su toro esperaban comida, que dinero tenía de sobra para haber arreglado dicho problema, el solo cogió un taburete de madera maciza, y desde el techo de dicha cuadra colgó esa cuerda a corraliza, fue su final trágico, su esposa e hijos al día siguiente compraron pienso para su ganadería, el hombre aquel termino en su panteón familiar, El pesimismo del ambiente que se vivía le llenó su mente de problemas que para él no hubieran existido, ya que lo difícil era tener dinero de reserva, o de lo contrario haber vendido una vaca, Pero este hombre castellano no encontró más fácil solución que quitarse del medio. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre castellano, que hace 78, años en su vida laboral siempre se estaba lamentando, era un hombre que tenía propiedades agrícolas, digamos labranza, con vacas y dinero escondido en sus cuadras entre los adobes cubiertos de argamasa, Sus seis vacas y un toro le daban para salir de sobra adelante, no le faltaba comida, ya que sus fincas le producían garbanzos y demás legumbres para sus animales e incluso para vivir dignamente, y no pasar estrecheces de aquellos años del racionamiento, Más su pesimismo era crónico, incluso sus amigos hablando con él, le animaban para borrarle esos pensamientos tan negros, En aquel invierno siempre estaba comentando, se me acabara el pienso de las vacas y no puedo darlas paja solo. El hombre aquel siempre que hablaba con alguien conocido salia de su boca el pesimismo que llevaba de enfermedad, hasta que llegó el mes de abril, su mente se ve que no pudo aguantar esa presión que tenía desde que empezó dicho racionamiento. El pienso de cereales se le agoto, y existía en aquellos años el famoso estraperlo, que parece que algún amigo suyo le recomendó, incluso le hablaron del eno, que es hierba segada de los prados, más este hombre una noche se marchó a su cama enfadado, no podía dar de comer a sus vacas, y a medianoche se levantó de la cama y se fue hasta la cuadra de dichos animales, su pensamiento y vista se fue directo a una cuerda que colgaba de la pared, mientras las vacas y su toro esperaban comida, que dinero tenía de sobra para haber arreglado dicho problema, el solo cogió un taburete de madera maciza, y desde el techo de dicha cuadra colgó esa cuerda a corraliza, fue su final trágico, su esposa e hijos al día siguiente compraron pienso para su ganadería, el hombre aquel termino en su panteón familiar, El pesimismo del ambiente que se vivía le llenó su mente de problemas que para él no hubieran existido, ya que lo difícil era tener dinero de reserva, o de lo contrario haber vendido una vaca, Pero este hombre castellano no encontró más fácil solución que quitarse del medio. G X Cantalapiedra.