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MEDINA DEL CAMPO: UN ABUELO QUE NO CONOCÍ...

UN ABUELO QUE NO CONOCÍ
Tuve un abuelo paterno que no conocí, este hombre que residía en Francia en aquel tiempo, desde el final de la primera guerra mundial, 1918, vino a decir a dios a su familia en La Seca, esto sucedió días antes de empezar la guerra incivil, su nombre era. Pascual Cantalapiedra Zambranos, y parece ser que el día 17, de julio de 1936, estaba en Medina del Campo, en la estación de ferrocarril sacando billete para regresar a Francia, ahí se le perdió la pista. Más un hermano de mi padre llamado como yo, estando en el frente de Brunete fue herido, al ser desalojado del frente Nacional en un ambulancia para llevarle al hospital de guerra, no tuvo ninguna suerte, un proyectil tirado por la artillería republicana dio en la ambulancia muriendo todos los ocupantes. que iban en ella, Mi abuela cobro cierto tiempo por el hijo muerto, Más sobre el año 1940, la pedían el certificado de defunción de mi abuelo, Mi madre y mi padre intentaron lograrlo, fuimos muchas veces al juzgado de Medina del Campo en la Plaza Mayor, saliendo en el Boletín oficial del estado el nombre de mi abuelo como desaparecido, y por fin sobre el año 1956, mi abuela cobro su pensión, del hijo muerto en esa maldita guerra, Más un día alguien en La Seca de aquellos tiempos me indico, Tu abuelo no subió al tren, en Medina al ver que era Español emigrante, le fusilaron, este hombre mi abuelo por lo que yo he oído no era político, ni militante en nada, el único delito que cometió fue el salir a Francia a trabajar en los ferrocarriles franceses, y al estar cerca de su jubilación, regreso a su patria, para decir a dios a sus familiares, se ve que los falangistas de Medina y comarca lo debieron de aniquilar, no existían controles de nada, los muertos fusilados terminaban en pozos, y nadie apuntaba sus nombres, incluso se habló hace años que fueron dichos pozos excavados, cuando todo era un delito, nunca vi una foto de mi abuelo, ni nadie hablaba de él, solamente un amigo de mi abuelo llamado Geromo, me contó esta historia que mi padre me dijo que podía ser verdadera. Hace ahora sesenta y tres años, que este señor amigo de mi abuelo me hablaba de él.
G X Cantalapiedra. 7 – 9 – 2025.