MEDINA DEL CAMPO: ERA UN GRAN MOZO DE MULAS. ...

ERA UN GRAN MOZO DE MULAS.
Aquel hombre de la comarca de Medina del Campo, había ganado dos concurso de arada de acémilas de hace casi 90, años, en Medina, y en su caminar tenía hechos que le habían dado mucha fama, como buen labrador airoso, y sobre todo que trazaba besanas tan derechas que a las gentes del campo le daban envidia. Hasta plantar pinares a ojo de buen cubero, un día en la fragua de su tierra tuvo que oír algo que no le agrado, y el comentario era que no siempre sonaba la flauta, el hombre aquel ese mismo día estaba labrando una tierra, con el arado romano, en lo que llamaban el Monte Pedroso, y antes de meterse el Sol, pensó hoy es buen día para demostrar a los envidiosos de mi comarca que soy el número uno, echo sobre el yugo del arado sus alforjas casi vacías, y su manta de campo, eran los últimos días de septiembre, la vendimia estaba ya al llegar, y agarrando la esteba del arado y los ramalillos empezó a trazar una raya, que tendría como tres kilómetros de recorrido, acababa en la parte Alta del Calvario Viejo, que era un paso obligado para llegar con los carros cargados de uvas, hasta la Cooperativa Agrícola Castellana, desde ese punto la besana era una línea derecha y casi imposible de ver por personas que no tuvieran muy buena vista, Cruzaba carreteras, huertas, rastrojos, laderas, y pasaba de la Ermita de San Roque por donde está La Granja, cuando aún tenía su Cruz de madera, que el año 1963, un rayo de tormenta seca la hizo desaparecer, Al día siguiente los envidiosos le maldecían, y pensaban que esa línea tan derecha no había humano que la pudiera hacer, Pero las personas normales admiraban su habilidad sobre el campo agrícola, la raya o besana fue admirada por personas de muchas localidades cercanas, incluso algún mozo de mulas de aquella época, fueron directamente para ver su recorrido, parece ser que algunos dijeron que sería San Isidro labrador quien trazo dicha besana, Este hombre que jamás presumió de su actitud tan buena sobre el campo, murió en Medina del Campo, y sus dos diplomas los conservo yo, de aquellos campeonatos que el Ayuntamiento de Medina del Campo, en tiempos de la Segunda República se celebraban. Y que los mejores mozos de mulas o acémilas concurrían en ellos, Esto es cierto y no hay persona que lo conocieran
que lo dude. G X Cantalapiedra.