EN ESAS NOCHES DE ENERO DE LUNA CLARA
Noches que fueron temidas
por sus tan grandes heladas,
con pasiones encendidas
buscando las madrugadas.
Mirábamos hacía el cielo
en la noche desolada,
sin hallar el buen consuelo
de una tierra congelada.
La claridad de la noche
era pensando el mañana,
nunca vi lanzar reproche
ni hablar de la vida vana.
Heladas que fueron datos
con las puertas bien cerradas,
fueron tiempos de relatos
en las tertulias buscadas.
Fuimos mirando a La Luna
que su resplandor gustaba,
era como una fortuna
y a cualquiera le agradaba.
Noches llenas de silencio,
con gallos de madrugada,
nadie quiso ser el necio
de no buscar la alborada.
Eran las noches de enero
claridades esperadas,
con algún viento ligero
que hizo grandes escarchadas.
En las noches castellanas
con los fríos marginando,
vivimos horas humanas
que las sigo recordando.
G X Cantalapiedra.
29 – 12 – 2025.
Noches que fueron temidas
por sus tan grandes heladas,
con pasiones encendidas
buscando las madrugadas.
Mirábamos hacía el cielo
en la noche desolada,
sin hallar el buen consuelo
de una tierra congelada.
La claridad de la noche
era pensando el mañana,
nunca vi lanzar reproche
ni hablar de la vida vana.
Heladas que fueron datos
con las puertas bien cerradas,
fueron tiempos de relatos
en las tertulias buscadas.
Fuimos mirando a La Luna
que su resplandor gustaba,
era como una fortuna
y a cualquiera le agradaba.
Noches llenas de silencio,
con gallos de madrugada,
nadie quiso ser el necio
de no buscar la alborada.
Eran las noches de enero
claridades esperadas,
con algún viento ligero
que hizo grandes escarchadas.
En las noches castellanas
con los fríos marginando,
vivimos horas humanas
que las sigo recordando.
G X Cantalapiedra.
29 – 12 – 2025.