LOS PENSAMIENTOS SE QUEDARON SIN RETORNO
Aquel amigo mío de hace setenta años me comentaba de niño, me iré muy lejos, donde no sufra desengaños, donde nadie me conozca, donde no cuenten los penosos años, donde solo el firmamento no me cause muchos daños. Todo marchaba en silencio, la mili fue su remanso, empezando vida nueva en otros queridos campos, Los pensamientos de niño se marcharon sin avisar de su llanto, empezaba su camino de dinero bien gastado. Los pensamientos de niño con el tiempo se volaron, por los distintos caminos de su mundo bien cuidado. Una tarde de primavera sus sueños fueron truncados, la muerte que siempre llega deja sueños olvidados. La salud se le marchaba sin poder curar sus males, y el amigo me decía vivo tiempos anormales, me abrazo con cierta fuerza, mientras mis piernas temblaban, y por mi cerebro andante mi amigo me consolaba. Eran horas de calvario, era imposible curarle, aunque ya paso aquel tiempo nunca consigo olvidarle. Sus palabras de consuelo son frases inolvidables, no quise mirar la cielo en sus momentos finales. Cuantas veces lo he pensado, cuantos sueños se han borrado, las frases quedan pendientes y su voz como regalo, El tiempo lo cura todo, es un camino trazado, pero yo digo que no, que su recuerdo ha quedado. Sus fotos son los testigos de como fue su pasado, de ver su mundo afligido y no poder ayudarlo. La muerte llegó deprisa, era imposible curarlo, en su entorno vi la brisa de vivir sin olvidarlo. Han pasado muchas fechas, llevo su nombre a mi lado recuerdo muchas palabras que de niño fue lanzando. Ahora es tiempo de ir pensando como se marcha la vida y viene a veces la muerte muy callando, no vale poner los frenos, ni de gritar junto a un lago, es un camino que seguimos todos los seres humanos, Podemos vivir más tiempo, mirar al cielo nublado, y recordar frente al viento mucho tiempo mal gastado. Los amigos de la infancia los tenemos bien guardados, pudiera ser la alianza de otros tiempos no admirados. Los ecos de ciertas voces, los caminos que pisamos, aquellas mulas y coces que en la memoria llevamos. Hoy pondremos ciertas comas, por los tiempos más quebrados, y miraremos las lomas de viñedos bien cuidados.
Los amigos no se olvidan, ni hay tiempo para olvidarlos, en la memoria se cuidan para poder recordarlos. G X Cantalapiedra. 5 – 12 – 2025.
Aquel amigo mío de hace setenta años me comentaba de niño, me iré muy lejos, donde no sufra desengaños, donde nadie me conozca, donde no cuenten los penosos años, donde solo el firmamento no me cause muchos daños. Todo marchaba en silencio, la mili fue su remanso, empezando vida nueva en otros queridos campos, Los pensamientos de niño se marcharon sin avisar de su llanto, empezaba su camino de dinero bien gastado. Los pensamientos de niño con el tiempo se volaron, por los distintos caminos de su mundo bien cuidado. Una tarde de primavera sus sueños fueron truncados, la muerte que siempre llega deja sueños olvidados. La salud se le marchaba sin poder curar sus males, y el amigo me decía vivo tiempos anormales, me abrazo con cierta fuerza, mientras mis piernas temblaban, y por mi cerebro andante mi amigo me consolaba. Eran horas de calvario, era imposible curarle, aunque ya paso aquel tiempo nunca consigo olvidarle. Sus palabras de consuelo son frases inolvidables, no quise mirar la cielo en sus momentos finales. Cuantas veces lo he pensado, cuantos sueños se han borrado, las frases quedan pendientes y su voz como regalo, El tiempo lo cura todo, es un camino trazado, pero yo digo que no, que su recuerdo ha quedado. Sus fotos son los testigos de como fue su pasado, de ver su mundo afligido y no poder ayudarlo. La muerte llegó deprisa, era imposible curarlo, en su entorno vi la brisa de vivir sin olvidarlo. Han pasado muchas fechas, llevo su nombre a mi lado recuerdo muchas palabras que de niño fue lanzando. Ahora es tiempo de ir pensando como se marcha la vida y viene a veces la muerte muy callando, no vale poner los frenos, ni de gritar junto a un lago, es un camino que seguimos todos los seres humanos, Podemos vivir más tiempo, mirar al cielo nublado, y recordar frente al viento mucho tiempo mal gastado. Los amigos de la infancia los tenemos bien guardados, pudiera ser la alianza de otros tiempos no admirados. Los ecos de ciertas voces, los caminos que pisamos, aquellas mulas y coces que en la memoria llevamos. Hoy pondremos ciertas comas, por los tiempos más quebrados, y miraremos las lomas de viñedos bien cuidados.
Los amigos no se olvidan, ni hay tiempo para olvidarlos, en la memoria se cuidan para poder recordarlos. G X Cantalapiedra. 5 – 12 – 2025.