ESTANDO EN EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO
Hace ahora mismo cincuenta y ocho años, era en Valladolid, en la época de la Guerra de las bombas y desastres en Vietnam. Asia, a donde el napalm dejaba a las personas abrasadas, en aquel tiempo digamos un compañero de Batería donde yo pertenecía, que parecía no ser un soldado normal, habló con el teniente y luego con el Capitán, para que le dejaran marchar a dicha guerra, todos los compañeros de dicha batería que éramos soldados sin necesidad de hacer barbaridades, nos quedamos atónitos, al preguntarle el motivo de quererse enrolar en ese destino fatal, El individuo sin sentir vergüenza contesto, “Aquí no se pega un tiro a nadie, esto es aburrido al no ver frente de batalla”, El Capitán muy tranquilo y sereno le contesto, “usted esta para llevarle al psiquiatra, esperemos que no precisemos de ninguna guerra, para que usted no cambie de opinión”. Aquellas palabras del Capitán fueron como una pesada losa, todos los compañeros que pudimos ver tan asombrosa realidad nos quedamos sin saber que decir, Este individuo que parecía haber sido minero en Asturias, le dimos por loco, cada día que hacíamos instrucción con el fusil, este individuo disparaba sin balas, su obsesión era pasar por un campo de batalla aunque le matasen en dicha contienda, fue un poco tomado en broma por los compañeros, su actitud dejaba mucho que desear, más pienso que era de los que gritaban en los dormitorios esas frases asturianas que decían, “Viva Asturias Borracha y Dinamitera”. Sobre todo, cuando el alcohol estaba en sus intestinos. Haciendo de las suyas. G X Cantalapiedra.
Hace ahora mismo cincuenta y ocho años, era en Valladolid, en la época de la Guerra de las bombas y desastres en Vietnam. Asia, a donde el napalm dejaba a las personas abrasadas, en aquel tiempo digamos un compañero de Batería donde yo pertenecía, que parecía no ser un soldado normal, habló con el teniente y luego con el Capitán, para que le dejaran marchar a dicha guerra, todos los compañeros de dicha batería que éramos soldados sin necesidad de hacer barbaridades, nos quedamos atónitos, al preguntarle el motivo de quererse enrolar en ese destino fatal, El individuo sin sentir vergüenza contesto, “Aquí no se pega un tiro a nadie, esto es aburrido al no ver frente de batalla”, El Capitán muy tranquilo y sereno le contesto, “usted esta para llevarle al psiquiatra, esperemos que no precisemos de ninguna guerra, para que usted no cambie de opinión”. Aquellas palabras del Capitán fueron como una pesada losa, todos los compañeros que pudimos ver tan asombrosa realidad nos quedamos sin saber que decir, Este individuo que parecía haber sido minero en Asturias, le dimos por loco, cada día que hacíamos instrucción con el fusil, este individuo disparaba sin balas, su obsesión era pasar por un campo de batalla aunque le matasen en dicha contienda, fue un poco tomado en broma por los compañeros, su actitud dejaba mucho que desear, más pienso que era de los que gritaban en los dormitorios esas frases asturianas que decían, “Viva Asturias Borracha y Dinamitera”. Sobre todo, cuando el alcohol estaba en sus intestinos. Haciendo de las suyas. G X Cantalapiedra.