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LA SECA: LA SOLEDAD ERA SU UNICO CAMINO...

LA SOLEDAD ERA SU UNICO CAMINO
Aquel hombre que al quedarse viudo con 77, años, pensó que su futuro no merecía la pena, sus dos hijos se habían marchado lejos de su tierra, y su pequeña labranza con su pensión mínima le daba para salir adelante sin malgastar nada, sus viñas eran el mejor entretenimiento, no precisaba de ir a ningún centro de mayores para pasar esos ratos donde su mente se veía bastante vacía, una de esas noches de soledad inmensa, donde nadie le acompañaba ni estaba a su lado, un dolor en el pecho le dejó pensando en su final, era un cosquilleo desde su hombro hasta la mano izquierda, el hombre se quedó quieto, como quien espera un final sin querer ponerle remedio, en su mente volaban las frases que su esposa le decía, “Somos humanos y un día no muy lejano nos marcharemos camino del infinito”. El hombre parecía sentir su drama, incluso llegó a notar en la otra mano el mismo dolor, era un camino sin retorno, pasaron horas entre sombras de la noche, pensando que era su final, el hombre no se sentía con miedo, solamente esperaba que todo se marchara sin darle más cosquilleo o dolor suave. Fue una noche dura entre sueño y dolor y el pensamiento flotando sobre su presente, no quería morirse sin que los hijos fueran avisados, y a la mañana siguiente, se levantó para llamar por teléfono a uno de sus hijos, la llamada fue breve, al comunicarles su estado, el hijo menor le comentó, “si te mueres que nos avisen te iremos a visitar”, Este hombre se quedó perplejo, su presente era el solo, nadie como su esposa estuvo pendiente de su salud y demás cosas de la vida diaria, Los hijos separados de lo que fue su hogar por 600, kilómetros, no tenían deseo de volver a su tierra aunque fuera para dar tumba a su padre. El hombre lo pensó, estaba seguro de que irse a una Residencia de mayores seria su mejor solución, Cosa que hizo en breves días, dejando el pesimismo y el dolor de aquel brazo que el mismo pensó, que seria a causa de poder podar las viñas, en la Residencia encontró personas como él que le acompañaban a diario, sin ponerle ninguna condición, no sé el tiempo que pasó en ese lugar, más fue distinto y mucho más entretenido, dejando la soledad en su casa de siempre. Hay frases o palabras que se vuelven sentencias. G X Cantalapiedra.