HUBO MARCHAS CASI INVISIBLES COMO LA DEL “NEGRO”.
En esa tierra de La Castilla Sedienta, se dieron marchas que no se dieron cuenta ni los vecinos, fueron años de cierto paro en épocas del año donde las personas no tenían ni para poder comer, Más esta historia no creo que fuera de esas, Este joven que fue vecino mío desde mi nacimiento hasta los tres años cumplidos. Apodado “El Negro”, con el que siempre me unía una buena relación, desde mi niñez en la Calle del Chorizo, hasta que se alejó de nuestra Villa, este hombre con la mili cumplida y sin temores a nada, solamente su madre que le debía querer con mucho cariño, días antes de su marcha, existió una pequeña gamberrada sobre un coche de un joven que no quería pagar la costumbre, no sé si seria por eso o quizá otra cosa, más el cabo de la Guardia Civil en la entrada del Cine Castilla, antigua Casa del Pueblo, le vimos cómo le amedrentaba al “Negro”, sin saber el porqué, agarrándole de la pechera y moviéndole con malas pulgas, Este hombre apodado el “Negro”, no se intentaba resistir, ya que un guardia estaba esperando para darle leña, parece ser que el “Negro” a partir de ese momento, debió de decidir salir corriendo, este joven creo que andaría por los veintitrés años, más o menos cuando desapareció, de La Seca, pienso que debía tener ahora unos 87, años si es que vive. Este hombre joven y buena persona por lo menos conmigo, era moreno y su apodo debió de ser de su propia familia que así le llamaban, Enseguida se le echo en falta por aquel Valle, algunos preguntamos a sus sobrinas donde estaba su tío, no sabían nada, solo algún comentario que se marchó a Francia, donde parece tenía algún familiar, Nunca regresó, y hubo personas que en reuniones y conversaciones se habló del tema, no tenía al parecer ningún enemigo, ni novia que se quedara llorando su ausencia, era un hombre joven libre, y así se le recuerda en La Seca, El “Negro”, se llamaba Berna, yo aun recuerdo como era su físico, y su sonrisa siempre que me veía por la Villa, Nadie supo donde ni como estaba este joven en el mundo, ni nadie comentó su marcha sabiendo donde se marchaba. Hubo más casos que se alejaron sin avisar, ni decir cual eran sus intenciones, en aquel tiempo donde el comer todos los días era a veces un milagro, en las personas que no conseguían tener un trabajo en la agricultura. G X Cantalapiedra. 22 - 9 – 2025.
En esa tierra de La Castilla Sedienta, se dieron marchas que no se dieron cuenta ni los vecinos, fueron años de cierto paro en épocas del año donde las personas no tenían ni para poder comer, Más esta historia no creo que fuera de esas, Este joven que fue vecino mío desde mi nacimiento hasta los tres años cumplidos. Apodado “El Negro”, con el que siempre me unía una buena relación, desde mi niñez en la Calle del Chorizo, hasta que se alejó de nuestra Villa, este hombre con la mili cumplida y sin temores a nada, solamente su madre que le debía querer con mucho cariño, días antes de su marcha, existió una pequeña gamberrada sobre un coche de un joven que no quería pagar la costumbre, no sé si seria por eso o quizá otra cosa, más el cabo de la Guardia Civil en la entrada del Cine Castilla, antigua Casa del Pueblo, le vimos cómo le amedrentaba al “Negro”, sin saber el porqué, agarrándole de la pechera y moviéndole con malas pulgas, Este hombre apodado el “Negro”, no se intentaba resistir, ya que un guardia estaba esperando para darle leña, parece ser que el “Negro” a partir de ese momento, debió de decidir salir corriendo, este joven creo que andaría por los veintitrés años, más o menos cuando desapareció, de La Seca, pienso que debía tener ahora unos 87, años si es que vive. Este hombre joven y buena persona por lo menos conmigo, era moreno y su apodo debió de ser de su propia familia que así le llamaban, Enseguida se le echo en falta por aquel Valle, algunos preguntamos a sus sobrinas donde estaba su tío, no sabían nada, solo algún comentario que se marchó a Francia, donde parece tenía algún familiar, Nunca regresó, y hubo personas que en reuniones y conversaciones se habló del tema, no tenía al parecer ningún enemigo, ni novia que se quedara llorando su ausencia, era un hombre joven libre, y así se le recuerda en La Seca, El “Negro”, se llamaba Berna, yo aun recuerdo como era su físico, y su sonrisa siempre que me veía por la Villa, Nadie supo donde ni como estaba este joven en el mundo, ni nadie comentó su marcha sabiendo donde se marchaba. Hubo más casos que se alejaron sin avisar, ni decir cual eran sus intenciones, en aquel tiempo donde el comer todos los días era a veces un milagro, en las personas que no conseguían tener un trabajo en la agricultura. G X Cantalapiedra. 22 - 9 – 2025.