CUANDO OLVIDAMOS LAS RAÍCES
Un día de hace muchos años, un hombre comentaba que es sufrir,, “no podemos olvidar nuestras raíces con la historia de nuestros antepasados”, Era una voz cargada de templanza, enseñando lo duro que es vivir, era un sueño lleno de esperanza, en un Valle de serio transcurrir. No sentí un eco de alabanza, ni notaba su voz de ver sufrir, me recuerdo que no tuvo ignorancia ese día con pinta de ser gris. Comentaba sin prisa en su camino, como un sueño que puede así venir, el olvido te deja cicatrices y es posible que anule tu sentir. Olvidar las raíces del pasado, sentimientos que cuidas hasta el fin, no te sientas a veces defraudado en un Valle que todo a de seguir. Los ecos persiguen mi memoria, sin pensar en donde he de existir, mientras tanto cotejo cierta historia de un mañana que pronto ha de venir. Raíces de sueños desmarcados, sin hablarnos de negro porvenir, en las noches veras pasos cansados que no saben por donde quieren ir. Olvidar las raíces no es sencillo, pregonando tu serio porvenir, nunca puedes hablar de cierto brillo si tu tierra te impide allí seguir. Hay raíces que siguen enterradas entre vidas que suelen repetir, ciertos ecos de voces desgarradas de esa tierra con dudas al vivir. Entre sueños escucho su mensaje, el pasado te obliga hasta escribir, es posible marchar sin equipaje cuando sobran las ganas de vivir. Ciudadano del mundo sin fronteras, esperando que la vida tenga un fin, nadie quiere sufrir esas quimeras que tu rumbo te lleve a sucumbir. El mañana quizá tenga raíces, su camino lo puedes distinguir, son penosas sufrir las cicatrices que el mañana te obligara a escribir,
G X Cantalapiedra.
Un día de hace muchos años, un hombre comentaba que es sufrir,, “no podemos olvidar nuestras raíces con la historia de nuestros antepasados”, Era una voz cargada de templanza, enseñando lo duro que es vivir, era un sueño lleno de esperanza, en un Valle de serio transcurrir. No sentí un eco de alabanza, ni notaba su voz de ver sufrir, me recuerdo que no tuvo ignorancia ese día con pinta de ser gris. Comentaba sin prisa en su camino, como un sueño que puede así venir, el olvido te deja cicatrices y es posible que anule tu sentir. Olvidar las raíces del pasado, sentimientos que cuidas hasta el fin, no te sientas a veces defraudado en un Valle que todo a de seguir. Los ecos persiguen mi memoria, sin pensar en donde he de existir, mientras tanto cotejo cierta historia de un mañana que pronto ha de venir. Raíces de sueños desmarcados, sin hablarnos de negro porvenir, en las noches veras pasos cansados que no saben por donde quieren ir. Olvidar las raíces no es sencillo, pregonando tu serio porvenir, nunca puedes hablar de cierto brillo si tu tierra te impide allí seguir. Hay raíces que siguen enterradas entre vidas que suelen repetir, ciertos ecos de voces desgarradas de esa tierra con dudas al vivir. Entre sueños escucho su mensaje, el pasado te obliga hasta escribir, es posible marchar sin equipaje cuando sobran las ganas de vivir. Ciudadano del mundo sin fronteras, esperando que la vida tenga un fin, nadie quiere sufrir esas quimeras que tu rumbo te lleve a sucumbir. El mañana quizá tenga raíces, su camino lo puedes distinguir, son penosas sufrir las cicatrices que el mañana te obligara a escribir,
G X Cantalapiedra.