EL TREN SE ALEJABA
Aquel tren que circulaba por la vía se alejaba echando demasiado humo, en su camino dejaba sombras de penas y amores que sufrían su partida. Eran tiempos de emigración forzosa, donde la juventud y personas mayores se marchaban para poder vivir dignamente, cada vez que alguien se alejaba en cualquier tren, las lágrimas afloraban sobre ciertos rostros, y las penas se confundían con depresiones de los años de ausencias y desengaños. Hubo amores perdidos, con palabras que se quedaron en el olvido, los recuerdos de algunas promesas se las llevó el viento, y con los años se alejaban escuchando en la lejanía aquel sonido del tren cuando subía una cuesta grande, parecía escucharse aquel sonido que decía, “Poco puedo, poco puedo”, y sin embargo cuando el tren iba cuesta abajo por esa cuesta, el sonido era distinto, “Mucho puedo, mucho puedo”, incluso con mucha más rapidez, Los días próximos a la lluvia, o noches de heladas grandes, en esa Castilla Seca y Polvorienta, como nos dejó dicho Don Antonio Machado. Los recuerdos volvían a tener su presencia, El humo de aquellas maquinas del tren, se divisaba desde nuestra villa, y alguien lo llamaba el “Traga burras.“ Fueron años de esperar cartas, de giros familiares para poder seguir pagando los alimentos, De esperar que alguien en persona nos dejase algún recado, El tren era nuestra salvación, su sonido en las noches frías y heladoras, nos daba señales de vida en otros lugares, donde la mayoría teníamos familiares, Que con el tiempo se fueron marchando de esta vida, y descansan en distintos lugares donde la emigración fue forzosa, En Baracaldo digamos que un cincuenta por ciento de aquellas personas, están descansando para la eternidad, Aunque personas con mi apellido están repartidas por 14, países, del planeta, Conocí el drama de ver abandonar tu tierra envuelto en la tristeza más grande, mientras madres y abuelas se quedaban llorando en aquellas despedidas tan amargas. Bendito tren que tanta ayuda dejó a esas personas que tuvieron que emigrar por el mundo. G X Cantalapiedra.
Aquel tren que circulaba por la vía se alejaba echando demasiado humo, en su camino dejaba sombras de penas y amores que sufrían su partida. Eran tiempos de emigración forzosa, donde la juventud y personas mayores se marchaban para poder vivir dignamente, cada vez que alguien se alejaba en cualquier tren, las lágrimas afloraban sobre ciertos rostros, y las penas se confundían con depresiones de los años de ausencias y desengaños. Hubo amores perdidos, con palabras que se quedaron en el olvido, los recuerdos de algunas promesas se las llevó el viento, y con los años se alejaban escuchando en la lejanía aquel sonido del tren cuando subía una cuesta grande, parecía escucharse aquel sonido que decía, “Poco puedo, poco puedo”, y sin embargo cuando el tren iba cuesta abajo por esa cuesta, el sonido era distinto, “Mucho puedo, mucho puedo”, incluso con mucha más rapidez, Los días próximos a la lluvia, o noches de heladas grandes, en esa Castilla Seca y Polvorienta, como nos dejó dicho Don Antonio Machado. Los recuerdos volvían a tener su presencia, El humo de aquellas maquinas del tren, se divisaba desde nuestra villa, y alguien lo llamaba el “Traga burras.“ Fueron años de esperar cartas, de giros familiares para poder seguir pagando los alimentos, De esperar que alguien en persona nos dejase algún recado, El tren era nuestra salvación, su sonido en las noches frías y heladoras, nos daba señales de vida en otros lugares, donde la mayoría teníamos familiares, Que con el tiempo se fueron marchando de esta vida, y descansan en distintos lugares donde la emigración fue forzosa, En Baracaldo digamos que un cincuenta por ciento de aquellas personas, están descansando para la eternidad, Aunque personas con mi apellido están repartidas por 14, países, del planeta, Conocí el drama de ver abandonar tu tierra envuelto en la tristeza más grande, mientras madres y abuelas se quedaban llorando en aquellas despedidas tan amargas. Bendito tren que tanta ayuda dejó a esas personas que tuvieron que emigrar por el mundo. G X Cantalapiedra.