Compramos energía a futuro

LA SECA: LA HISTORIA QUE NOS CONTARON...

LA HISTORIA QUE NOS CONTARON
Nos contaron la historia de un pueblo castellano, donde según dicen existieron sus caciques, que controlaron todo el ambiente y su entorno, teniendo que salir de dicho pueblo muchos emigrantes forzosos, para olvidar tantas pesadillas, Muchos sueños fueron rotos, por aquellos hombres que dominaban la situación del empleo y demás obras en dicho pueblo, Quien reclamaba sus derechos y salarios eran despedidos, quien levantaba la voz ante las injusticias tenía que preparar su maleta, y encima callando marcharse de aquel lugar de madrugada para no tener que lamentar alguna seria despedida, cuando pedían informes para cualquier trabajo casi siempre fueron negativos, todos o eso he entendido eran terroristas o malas personas, según el cacique de turno, fatal engaño, algún llamado señor al enterarse de la marcha de algunas personas solían decir. “Ya volverán con la cabeza gacha y pidiendo limosna, que les será difícil lograr”, error grande, la mayoría digamos el 99, por ciento cuando volvió era para demostrar que su valía era superior a esos endiablados caciques, que esperaban que el hambre les hiciera retornar a su pueblo, con el paso de los años, los hijos y nietos se superaron en sus estudios, dejando atrás esos recuerdos maliciosos, que solo les causaban traumas, No me extraña que algunos de aquellos emigrantes por todas partes del mundo exclamaran. “No volveremos a pisar esa tierra, aunque lleguemos a morir de hambre”, Lo escuché cuando en Madrid hace 55, años estuve en un entierro de un paisano, que me dijeron al oído dichas palabras que se me grabaron en el cerebro. alguien de dicho pueblo me comento al rato, “Tenía toda la razón en las palabras pronunciadas, estoy seguro de que jamás volverá a pisar aquel pueblo que tanto le daño y castigo”. Aunque pienso que no es la tierra del pueblo quien les castigaba, si no alguno de sus moradores que hoy por suerte no existen. Aunque aspirantes a caciques los tenemos, aunque ellos digan lo contrario. No sé si será el ambiente del terreno quien les hace ser caciques. Es difícil el vivir tranquilo con gentes que se sienten dueños del pueblo y sus moradores. G X Cantalapiedra.