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LA SECA: AQUEL MAL CAZADOR QUE SOÑABA….. ...

AQUEL MAL CAZADOR QUE SOÑABA…..
Aquel hombre cazador según decía él, salía todos
los días del invierno y otoño, con su escopeta de dos cañones cargada de munición, para liarse a tiros nada más salir del Valle, más toda la gente de su villa sabía que era un mal cazador, que pegaba tiros sin saber dónde disparaba, y un buen día discutiendo en el café bar de La Plaza le llegaron a decir que no pegaba un tiro ni a una burra atravesada, el hombre labrador dé poca monta y soltero, se marchó a comprar dos conejos vivos a una señora que tenía sus conejeras llenas de estos animales, y al día siguiente se los llevó en sus alforjas al campo, donde estaba podando una viña de su propiedad, cogió a ambos conejos y los ato a las cepas, para después dispararlos de cerca, cosa que intento, pero los conejos no paraban de bailar en su pequeño entorno del viñedo, el hombre con su escopeta les apuntaba, y al rato de verlos tan nerviosos los disparo, pero su puntería era fatal, pegando en la cuerda que los tenía atados, y saliendo los dos conejos disparados entre las cepas verdejas recién podadas, perdiéndose en aquellas llanuras de El Camino del Puerto, y dirigiéndose en dirección al Río Duero, donde se perdieron sus huellas, Aquella noche no pudo presumir de su caza como él había previsto en el café de La Plaza. La historia real, fue publicada de oído a oído en todo el Valle, y el hombre pasó a ser el peor cazador de todo el entorno, Su burra tranquila y acostumbrada a oír pegar tiros nada más salir del Valle. No la hacía ninguna gracia, ya que una vez al lado de los pinares del Duero, una culebra de unos 110 centímetros le salió cuando podaba, y con su escopeta al hombro la disparo varias veces sin llegarla a eliminar, la culebra haciendo sus curvas de Cid zas, se salvo de su muerte, que era muy probable que la hubieran dado sus perdigones. Este hombre pasó a la historia hace setenta años en su Valle, por sus hazañas que nunca se hicieron realidad, todo era pura fantasía que su cerebro inventaba. G X Cantalapiedra.