CUANDO LA SOLEDAD TE DEJA DESOLADO
Aquel hombre cargado de años quizá pasaba de 90, se sentía solo y muy abandonado, su esposa había fallecido hacia tres meses, y sus dos hijos vivian en zonas alejados de sus padres, la emigración forzosa hizo sus estragos, y hacia años se marcharon a buscar su nueva vida, el matrimonio vivía de sus fincas, y los hijos perdieron interés en volver a su tierra. Los tres meses de viudedad fueron como un calvario diario, el hombre no sabía que hacer ni dónde dirigirse, visitaba el cementerio de su pueblo casi todos los días, y su soledad era un llanto continuado, el hombre aquel viendo su soledad desolada, deseaba hallar la muerte y poder encontrar a su esposa en el más allá, más una de esas noches fatídicas, logró soñar que su esposa le indicaba que tenía que seguir batallando en este mundo, y que alguno de sus nietos quizá volverían a su pueblo para hacerle compañía, no pasaron ni quince días, cuando una mañana llamaron a su puerta que estaba cerrada. Era uno de sus nietos que decidió volver aquella tierra, esta vez de medico rural, y cuando el anciano se abrazó a su nieto, algo le decía que aquel sueño de hacia quince días, era verdad, enseguida se hicieron preguntas, y el nieto le pregunto al abuelo si le daba alojamiento, el abuelo respondía, toda mi casa es tuya, yo apenas uso una habitación, y si vives conmigo serás el dueño de ella, Nieto y abuelo emprendieron una nueva vida, donde la comprensión y sencillez brillaba cada día, ya el abuelo se sentía acompañado, y su soledad dejó de existir, y mucho más cuando el nieto le presento a su fiel compañera de vida, que le dio un biznieto en poco tiempo, su soledad fue anulada, y aquel tiempo que solo quería morirse se voló para siempre, No hace falta eliminarse cuando todavía quedan nietos que son mucho mejor que los hijos, La edad puede ser un castigo cuando la soledad te coje sin compañía, Hay soledades que son horrorosas, y otras veces son como un castigo que te deja la vida en tus últimos años, no te dejes llevar por los malos momentos de confusiones, “Mientras hay vida queda esperanza”. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre cargado de años quizá pasaba de 90, se sentía solo y muy abandonado, su esposa había fallecido hacia tres meses, y sus dos hijos vivian en zonas alejados de sus padres, la emigración forzosa hizo sus estragos, y hacia años se marcharon a buscar su nueva vida, el matrimonio vivía de sus fincas, y los hijos perdieron interés en volver a su tierra. Los tres meses de viudedad fueron como un calvario diario, el hombre no sabía que hacer ni dónde dirigirse, visitaba el cementerio de su pueblo casi todos los días, y su soledad era un llanto continuado, el hombre aquel viendo su soledad desolada, deseaba hallar la muerte y poder encontrar a su esposa en el más allá, más una de esas noches fatídicas, logró soñar que su esposa le indicaba que tenía que seguir batallando en este mundo, y que alguno de sus nietos quizá volverían a su pueblo para hacerle compañía, no pasaron ni quince días, cuando una mañana llamaron a su puerta que estaba cerrada. Era uno de sus nietos que decidió volver aquella tierra, esta vez de medico rural, y cuando el anciano se abrazó a su nieto, algo le decía que aquel sueño de hacia quince días, era verdad, enseguida se hicieron preguntas, y el nieto le pregunto al abuelo si le daba alojamiento, el abuelo respondía, toda mi casa es tuya, yo apenas uso una habitación, y si vives conmigo serás el dueño de ella, Nieto y abuelo emprendieron una nueva vida, donde la comprensión y sencillez brillaba cada día, ya el abuelo se sentía acompañado, y su soledad dejó de existir, y mucho más cuando el nieto le presento a su fiel compañera de vida, que le dio un biznieto en poco tiempo, su soledad fue anulada, y aquel tiempo que solo quería morirse se voló para siempre, No hace falta eliminarse cuando todavía quedan nietos que son mucho mejor que los hijos, La edad puede ser un castigo cuando la soledad te coje sin compañía, Hay soledades que son horrorosas, y otras veces son como un castigo que te deja la vida en tus últimos años, no te dejes llevar por los malos momentos de confusiones, “Mientras hay vida queda esperanza”. G X Cantalapiedra.