LA SECA: LA SIEGA Y EL SUEÑO...

LA SIEGA Y EL SUEÑO
Eran fechas de mediado de julio del año de 1953, aquel hombre campesino duro y sacrificado, con la edad de 24, años, estaba segando una finca de trigo Candeal en el pago de Macana, la finca tenía dos obradas de tierra, y aquel día pensaba terminarla pronto, antes de la metida del sol, más al comer le entro sueño, y se echó la siesta, quedándose profundamente dormido, al despertarse se dio cuenta que el sol se estaba casi escondiendo, sin pensarlo demasiado con su hoz afilada iba segando los surcos, y a la vez viendo como el sol se escondía entre los viñedos de Las Planas, Este hombre joven con 24, años, soñaba con marcharse a Baracaldo a vivir y trabajar, mientras el burro que tenía atado a un árbol de almendros, le rebuznada indicándole la hora de regresar a su casa, en la Villa de La Seca, luego cuando acabo de segar esa finca ya eran casi las doce, y por el camino pensaba, como es posible que me haya dormido si yo nunca me duermo, y aún más sabiendo que tenía que terminar esa finca, el hombre joven no entendía el haberse quedado dormido, para él era un fallo garrafal de la naturaleza, y estuvo segando hasta las doce de la noche que termino aquella finca en dos días, Era triste verle llegar a su casa, y la familia esperándole su regreso, al no saber dónde estaba segando, al llegar a su domicilio, le dijo a su padre, Cuando acabe la siega me marcharé para siempre a Baracaldo, este oficio es duro y este clima en invierno es malo y frío, hoy se me complico el trabajo, y se me dio mal, por eso vine tarde, El padre no le contesto a nada, sabia de sobra que toda aquella juventud de entonces se marchaba diariamente para Vascongadas, alguno para Asturias, quizá Barcelona y Madrid, fueron años de emigración forzosa, los tractores y luego la maquinaria elimino muchos puestos de trabajo agrícola, y la juventud que no tenía demasiadas fincas, tuvieron que salir buscando una nueva vida en la emigración forzosa. G X Cantalapiedra. 26 – 2 – 2024.