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LA SECA: NO HABIA DEMASIADO TIEMPO CON LA GRAN TORMENTA...

NO HABIA DEMASIADO TIEMPO CON LA GRAN TORMENTA
Era un día de verano donde el sol calentaba y la vez picaba, aquel pastor castellano de La Seca, no le dio tiempo a ponerse a salvo con sus ovejas, la tormenta se le vino encima, sin poder salir a buscar su refugio natural, que era el colgadizo donde dormían las ovejas, La tormenta se hizo fuerte en el llamado Camino Hondo. Los relámpagos se dejaban notar sobre aquel campo sin árboles, tan solo las cepas de algún viñedo cercano, El pastor al verse tan comprometido se abrigo sobre un pequeño montículo de tierra, o linde alta, para evitar que el agua corriera por sus pies, un perro fiel de los dos que llevaba le hacía compañía, y el otro perro cuidaba de que las ovejas no saliesen de estampida de su rebaño. La tarde se volvió horrorosa, los relámpagos con sus truenos eran aterradores, el pastor temía por su integridad física, y las ovejas le rodeaban sin saber el peligro que eso les podía ofrecer, En aquel momento trágico el pastor sin miedo se crecía ante la adversidad, las ovejas balaban como temiendo algo raro, y los corderillos saltaban mojados por la fuerte lluvia que estaba cayendo. De repente un rayo ilumino aquel pequeño cotarrillo, y su daño fue fatal, el pastor carbonizado, y con él unas cuantas ovejas y su perro fiel dejaban de existir, Pronto alguien viendo el desastre de dicha tormenta, dio la voz de alarma, y las autoridades al rato de pasar esa catástrofe, tomaban nota de lo que allí había pasado. Fechas más tarde se colocó una piedra grande con su nombre, sobre el lugar de dicho linderón. Siendo niño varias veces pude leer aquella cita de la piedra, que recordaba aquel pastor y su rebaño,
Hay cosas que ni el tiempo ni la distancia se te olvidan, las llevas en tu memoria para mientras vivas. G X Cantalapiedra.