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LA SECA: NO SUBAIS POR LA ESCALERA A EL BURRO...

NO SUBAIS POR LA ESCALERA A EL BURRO
Aquel local de diversión estaba en el primer piso, era La Hermandad de Labradores y Ganaderos de esa Villa. no existía ascensor, ni escalera mecánica, pero los quintos de aquel año eran más burros que aquel animal, que rebuznada en las madrugadas, cuando su dueño no le echaba de comer, aunque fuera paja sola, Los quintos haciendo honor a su quinta, cogieron al burro acuestas y le subieron al local, donde el bueno del burro pudo comer galletas de vainilla con un vino de La Seca, Valladolid, Creo que la escalera de madera rechinaba al subir con ese peso, según me contó uno de los quintos de aquel año de 1933. Esta historia real como la vida misma, se produjo en La Castilla Profunda, donde las tradiciones eran muy grandes y algunas muy burras, pero las personas de aquel entorno, les parecía normal, Al bajar el burro del primer piso de la Hermandad de Labradores, tuvieron que bajarle en vuelo, parece ser que el vino añejo verdejo que bebieron los 56, quintos y el burro, en aquel local embriagaba a las personas y también a los asnos. El Burro no protestaba ni daba coces, creo que miraba hacia todas partes, y aunque su dueño era quinto no le importo tan grande burrada, todos los quintos de aquel año estaban contentos, al ver al burro que con su cabezada de cuero, se dejaba manipular y llevarle en hombros, por aquella escalera que no era demasiado ancha, Todos los quintos de aquel año pensaban en tan grande hazaña, ya que al parecer nadie había logrado subir ni una oveja a dicho local, Fueron años donde los quintos tenían un poco de mano ancha, y se les permitía algunas burradas, esa villa tenía entonces unos tres mil y pico habitantes, hoy tan solo 1061. Pero su historia sigue viva. G X Cantalapiedra.