LOS DELIRIOS DE AQUEL HOMBRE
La noche se vino encima
entre negros nubarrones,
era tan duro aquel clima
que temblaban las razones.
Entre el viento de la noche
las penumbras se amontonan,
nadie quiere poner broche
a brisas que no razonan.
Los delirios van llegando
sin saber dónde caminan,
el viento les va acercando
y ellos solos se eliminan.
Los delirios de grandeza
quieren brillar con motivo,
sueñan con la fortaleza
de vivir sin ser festivo.
Delirios que van llegando
con sus penosos martirios,
habrá quien siga soñando
con velas y grandes cirios.
Delirando sin amigos
que saquen sus conclusiones,
la vida deja castigos
entre grises sensaciones.
Aquel hombre que soñaba
con delirios amorosos,
en su camino encontraba
pasos grises y penosos.
Las noches de sus delirios
eran signos vanidosos,
que dejaban sus martirios
con brindis calamitosos.
Delirios de soltería
que te llevan al infierno,
algunos con su agonía
en el más terrible invierno.
G X Cantalapiedra.
La noche se vino encima
entre negros nubarrones,
era tan duro aquel clima
que temblaban las razones.
Entre el viento de la noche
las penumbras se amontonan,
nadie quiere poner broche
a brisas que no razonan.
Los delirios van llegando
sin saber dónde caminan,
el viento les va acercando
y ellos solos se eliminan.
Los delirios de grandeza
quieren brillar con motivo,
sueñan con la fortaleza
de vivir sin ser festivo.
Delirios que van llegando
con sus penosos martirios,
habrá quien siga soñando
con velas y grandes cirios.
Delirando sin amigos
que saquen sus conclusiones,
la vida deja castigos
entre grises sensaciones.
Aquel hombre que soñaba
con delirios amorosos,
en su camino encontraba
pasos grises y penosos.
Las noches de sus delirios
eran signos vanidosos,
que dejaban sus martirios
con brindis calamitosos.
Delirios de soltería
que te llevan al infierno,
algunos con su agonía
en el más terrible invierno.
G X Cantalapiedra.