ERAN TIEMPOS DE VENDIMIA
Aquel hombre con casi 90 años, estaba esperando poder ir a vendimiar, tenía la ilusión de toda su vida muy levantada, era dueño de varios viñedos, y un hijo suyo llevaba todo lo que era la labranza, más aquel día, el nieto más pequeño con diez años, le comentó al abuelo, Con su voz tímida e infantil, Abuelo es verdad que te vas a morir muy pronto, el abuelo le contesto, por ley natural me toca a mi marcharme de este valle de lágrimas, antes que a todos vosotros, pero la vida no es lo que pueda pensar uno, si no lo que el destino nos prepara, el nieto que estaba esperando quizá otra respuesta se quedo complejo, nieto y abuelo empezaron a recoger uva de las cepas en copa, y el abuelo seguía pensando en aquella pregunta fatal del nieto, un poco más tarde le pregunto a su nieto, quien le había contado esa historia triste, El nieto le contesto, que su otra abuela, que era mucho más joven que el otro abuelo, La vendimia se acabó, y el serio otoño empezó a desnudar a las viñas de sus hojas, todas ellas cogieron el color del café con leche, y la abuela que le comentó lo de su abuelo, cayo enferma de una grabe y maldita enfermedad de las que no tienen cura, se la llevo hacia el otro mundo. En muy poco tiempo. Ese día el nieto comentó a su abuelo. Pensaba que serias tu el que se moriría primero, Pero ya me dijiste que la vida te da sorpresas, y esta ha sido la primera que me llevo, El nieto abrazo a su abuelo de 90, años, que tenía la intención de seguir vivo por muchos más años, para poder vendimiar las viñas que con tanta ilusión planto. Este mundo es una sorpresa, nadie sabe lo que su vela durará, ni si su ilusión se cumplirá, Somos el destino, sin saber ni cómo ni donde nos llegará esa última hora de vida en la tierra. G X Cantalapiedra.
Aquel hombre con casi 90 años, estaba esperando poder ir a vendimiar, tenía la ilusión de toda su vida muy levantada, era dueño de varios viñedos, y un hijo suyo llevaba todo lo que era la labranza, más aquel día, el nieto más pequeño con diez años, le comentó al abuelo, Con su voz tímida e infantil, Abuelo es verdad que te vas a morir muy pronto, el abuelo le contesto, por ley natural me toca a mi marcharme de este valle de lágrimas, antes que a todos vosotros, pero la vida no es lo que pueda pensar uno, si no lo que el destino nos prepara, el nieto que estaba esperando quizá otra respuesta se quedo complejo, nieto y abuelo empezaron a recoger uva de las cepas en copa, y el abuelo seguía pensando en aquella pregunta fatal del nieto, un poco más tarde le pregunto a su nieto, quien le había contado esa historia triste, El nieto le contesto, que su otra abuela, que era mucho más joven que el otro abuelo, La vendimia se acabó, y el serio otoño empezó a desnudar a las viñas de sus hojas, todas ellas cogieron el color del café con leche, y la abuela que le comentó lo de su abuelo, cayo enferma de una grabe y maldita enfermedad de las que no tienen cura, se la llevo hacia el otro mundo. En muy poco tiempo. Ese día el nieto comentó a su abuelo. Pensaba que serias tu el que se moriría primero, Pero ya me dijiste que la vida te da sorpresas, y esta ha sido la primera que me llevo, El nieto abrazo a su abuelo de 90, años, que tenía la intención de seguir vivo por muchos más años, para poder vendimiar las viñas que con tanta ilusión planto. Este mundo es una sorpresa, nadie sabe lo que su vela durará, ni si su ilusión se cumplirá, Somos el destino, sin saber ni cómo ni donde nos llegará esa última hora de vida en la tierra. G X Cantalapiedra.