CAMPOS VIEJOS DE CASTILLA
Entre pinos y viñedos voy andando en los caminos,
no preciso ver enredos ni pensar en buenos vinos.
Campos cargados de vientos, que no saben su destino,
personas con sufrimientos que temen saber su signo.
Voces que se van perdiendo, sombras negras, aires finos,
el ayer sigue ofreciendo sus penosos desatinos.
Que no suenen las campanas, que pueden surgir delirios,
las noches que no son sanas siempre dejaron martirios.
Campos viejos de mi tierra, sendas largas de Castilla,
cuando el pasado se entierra llora la gente sencilla.
Campos viejos de leyendas envueltos entre porfías,
son temidas ciertas sendas donde no existe alegrías.
Las luces de la mañana son visiones pesimistas,
a veces son vida ufana con colores tremendistas.
No quiero sentir los llantos ni vivir formas simplistas,
la vida da desencantos sin ver rutas optimistas.
Las miserias van brotando de la manera sencilla,
algunos vienen gritando por los campos de mi villa.
Las cenizas van volando por entre preciosas viñas,
quizá llegaron marcando para evitar ciertas riñas.
Los caminos de mi tierra tienen jornadas marcadas,
todo el pasado se encierra en visiones mal llegadas.
G X Cantalapiedra.
Entre pinos y viñedos voy andando en los caminos,
no preciso ver enredos ni pensar en buenos vinos.
Campos cargados de vientos, que no saben su destino,
personas con sufrimientos que temen saber su signo.
Voces que se van perdiendo, sombras negras, aires finos,
el ayer sigue ofreciendo sus penosos desatinos.
Que no suenen las campanas, que pueden surgir delirios,
las noches que no son sanas siempre dejaron martirios.
Campos viejos de mi tierra, sendas largas de Castilla,
cuando el pasado se entierra llora la gente sencilla.
Campos viejos de leyendas envueltos entre porfías,
son temidas ciertas sendas donde no existe alegrías.
Las luces de la mañana son visiones pesimistas,
a veces son vida ufana con colores tremendistas.
No quiero sentir los llantos ni vivir formas simplistas,
la vida da desencantos sin ver rutas optimistas.
Las miserias van brotando de la manera sencilla,
algunos vienen gritando por los campos de mi villa.
Las cenizas van volando por entre preciosas viñas,
quizá llegaron marcando para evitar ciertas riñas.
Los caminos de mi tierra tienen jornadas marcadas,
todo el pasado se encierra en visiones mal llegadas.
G X Cantalapiedra.