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LA SECA: AQUEL VERANO DE TORMENTAS ...

AQUEL VERANO DE TORMENTAS
Fue un verano de tormentas de hace ahora setenta años, las nubes cuando revientan suelen dejar ciertos daños. Las nubes por el oeste, los campos todos temblando, el granizo rompe viñas iba los campos dañando. Velas haciendo los ruegos de labradores tensados, nadie quiso lanzar pliegos a cielos encapotados. Lasecanos del silencio, hombres que siguen pensando, sin hacer ningún desprecio se fueron así enfadando. Tardes que dejaron huellas, sombras de tiempos pasados, el granizo corrió sendas entre viñedos cuidados. Un verano de tormentas con daños en los sembrados, los pensamientos aumentan al ver trigos machacados. Hubo días maliciosos cargados de muchos rayos, con truenos que son leyendas de aquellos años pasados. Los rayos sobre la torre allí se fueron parando, las eras todas completas de hacinas junto a los carros. Aquellos tiempos de mulas con trillos redes y mangos, eran sudores constantes sobre los veranos largos. El verano de tormentas tuvo sus canciones bellas, “Por aquel camino verde”, donde se ven las estrellas. Miramos hacia San Roque la Ermita siempre fue bella, era despertar del toque de cualquiera tarde aquella. Las tormentas se marcharon buscando tierras sedientas, y en lavajos se quedaron aquellas aguas tremendas. Muchas aguas hacia El Duero, es lo que manda esa tierra, donde cualquier caballero en su misterio se encierra. No gritemos al pasado, ni sintamos hoy sus huellas, la tormenta se ha pasado sin hacer las tardes bellas. Hay lavajos escondidos que dicen ser pozas viejas, otros fueron diluidos tapándoles bajo tierra. Aquel Lavajo Guardado entre gritos de bodega, sus olores despiadados no son olores de vega. La Seca tuvo lavajos que nunca fueron bodegas, eran tiempos de destajos y de las cerceras ciegas.
G X Cantalapiedra.