VOLVER DE NUEVO A TUS RAÍCES
Es difícil para la persona que paso muchos años fuera de su tierra, el volver a recordar y querer vivir sus raíces, el sentirse a gusto en ese ambiente que ya no será lo mismo de cuando él vivía en dicho lugar. Los amigos posiblemente ya no estarán en esa tierra, y algunos posiblemente hayan fallecido, todo le parecerá cambiado, no estarán sus antiguos vecinos para poder charlar con ellos, ni sus sueños serán cumplidos, todo podrá ser distinto, hasta los gobernantes de su pueblo ni los conocerá, seguro que se vera fuera de aquellos años de su juventud, donde sus amigos eran los mismos de la infancia, ahora será distinto, Tratará de salir de casa para hablar con alguien conocido, y alguna vez puede que lo logre, más siempre llevará esa marca de inmigrante retornado, que algunos humanos le llamaran derrotado, Es complicado caer en un pueblo quizá no muy grande, donde su gente hoy día se aísla, y solo sale a la calle lo necesario, al tener su vida en familia sin problemas. Es muy hermoso, pero si el inmigrante retorna solo, eso puede darle muchos ratos de soledad, cuando los retornados son los dos o sea el matrimonio es distinto, Ellos dos se acompañan en esos momentos de la noche, donde a veces hace falta compañía, por si tuviéramos un fallo de salud, a ciertas edades la soledad es terrible, y la compañía de otra persona es de agradecer. Hay muchos sueños que jamás retornan, y por mucho que tratemos de acariciar esa idea, pudiera ser imposible, a veces el tener algún familiar muy cercano, pudiera aminorar dicho déficit de cariño. Somos los seres humanos como las plantas o los árboles, cuando nos trasplantan y agarramos en ese terreno, es difícil el retorno con éxito, nos acomodamos sin más, y tratamos de vivir dignamente, sin esperar volver un día, para recordar nuestras raíces que quizá se hayan olvidado, y sólo seamos un recuerdo en los libros del registro de nacimientos.
G X Cantalapiedra.
Es difícil para la persona que paso muchos años fuera de su tierra, el volver a recordar y querer vivir sus raíces, el sentirse a gusto en ese ambiente que ya no será lo mismo de cuando él vivía en dicho lugar. Los amigos posiblemente ya no estarán en esa tierra, y algunos posiblemente hayan fallecido, todo le parecerá cambiado, no estarán sus antiguos vecinos para poder charlar con ellos, ni sus sueños serán cumplidos, todo podrá ser distinto, hasta los gobernantes de su pueblo ni los conocerá, seguro que se vera fuera de aquellos años de su juventud, donde sus amigos eran los mismos de la infancia, ahora será distinto, Tratará de salir de casa para hablar con alguien conocido, y alguna vez puede que lo logre, más siempre llevará esa marca de inmigrante retornado, que algunos humanos le llamaran derrotado, Es complicado caer en un pueblo quizá no muy grande, donde su gente hoy día se aísla, y solo sale a la calle lo necesario, al tener su vida en familia sin problemas. Es muy hermoso, pero si el inmigrante retorna solo, eso puede darle muchos ratos de soledad, cuando los retornados son los dos o sea el matrimonio es distinto, Ellos dos se acompañan en esos momentos de la noche, donde a veces hace falta compañía, por si tuviéramos un fallo de salud, a ciertas edades la soledad es terrible, y la compañía de otra persona es de agradecer. Hay muchos sueños que jamás retornan, y por mucho que tratemos de acariciar esa idea, pudiera ser imposible, a veces el tener algún familiar muy cercano, pudiera aminorar dicho déficit de cariño. Somos los seres humanos como las plantas o los árboles, cuando nos trasplantan y agarramos en ese terreno, es difícil el retorno con éxito, nos acomodamos sin más, y tratamos de vivir dignamente, sin esperar volver un día, para recordar nuestras raíces que quizá se hayan olvidado, y sólo seamos un recuerdo en los libros del registro de nacimientos.
G X Cantalapiedra.