HAY FECHAS QUE NO SE OLVIDAN
Aquel trece de mayo amaneció con luz brillante, las niñas de la escuela de Doña Encarna, se sentía muy felices por aquella excursión en el camión de El Señor Primitivo Sánchez. El camión dotado con bancos de las escuelas parecía ser cómodo en aquellos años, ahora va camino de 70. Años, y salieron sobre las nueve de la mañana, de donde tenía dicho señor su garaje, El sol se dejaba notar, y en el cielo lasecano, ni una sola nube se podía ver, Yo baje hasta dicho lugar en mi bicicleta pequeña, para decir adiós a mis dos hermanas mayores, que llenas de felicidad se subieron al camión sin tener problemas, Parece ser que el día fue muy bonito, pero al terminar la tarde una tormenta de esas de granizo y agua, se dejó sentir entre la tierra segoviana y la provincia de Valladolid, donde todas las niñas y mayores que las acompañaban, terminaron en Valdestillas, calados hasta el ultimo pelo de su cuerpo. En ese lugar fueron recibidas con mucho esmero y cariño, y a las niñas las repartieron por las casas de dicho pueblo que tenían mejores condiciones de poder secarse, hasta la mañana siguiente que de nuevo volvieron a La Seca en aquel viejo camión que tantas historias dejó en nuestra villa, y que la gente mayor siempre recordaremos, las mismas niñas y alguna profesora sacaron una canción de aquel hecho del mes de mayo. Que la letra decía así… El trece de mayo al Henar me fui, a ver a la Virgen y lo que había allí, volvimos mojadas hasta la camisa y nos recogieron allí en Valdestillas, Las chiquillas de La Seca, todas lloran con muchísima razón, porque todas se mojaron hasta el mismo camisón.
G X Cantalapiedra, 13 – Mayo del 2023.
Aquel trece de mayo amaneció con luz brillante, las niñas de la escuela de Doña Encarna, se sentía muy felices por aquella excursión en el camión de El Señor Primitivo Sánchez. El camión dotado con bancos de las escuelas parecía ser cómodo en aquellos años, ahora va camino de 70. Años, y salieron sobre las nueve de la mañana, de donde tenía dicho señor su garaje, El sol se dejaba notar, y en el cielo lasecano, ni una sola nube se podía ver, Yo baje hasta dicho lugar en mi bicicleta pequeña, para decir adiós a mis dos hermanas mayores, que llenas de felicidad se subieron al camión sin tener problemas, Parece ser que el día fue muy bonito, pero al terminar la tarde una tormenta de esas de granizo y agua, se dejó sentir entre la tierra segoviana y la provincia de Valladolid, donde todas las niñas y mayores que las acompañaban, terminaron en Valdestillas, calados hasta el ultimo pelo de su cuerpo. En ese lugar fueron recibidas con mucho esmero y cariño, y a las niñas las repartieron por las casas de dicho pueblo que tenían mejores condiciones de poder secarse, hasta la mañana siguiente que de nuevo volvieron a La Seca en aquel viejo camión que tantas historias dejó en nuestra villa, y que la gente mayor siempre recordaremos, las mismas niñas y alguna profesora sacaron una canción de aquel hecho del mes de mayo. Que la letra decía así… El trece de mayo al Henar me fui, a ver a la Virgen y lo que había allí, volvimos mojadas hasta la camisa y nos recogieron allí en Valdestillas, Las chiquillas de La Seca, todas lloran con muchísima razón, porque todas se mojaron hasta el mismo camisón.
G X Cantalapiedra, 13 – Mayo del 2023.