UNA NOCHE EN LA ESCUELA
Era el año de 1963, la escuela nocturna estaba en un antiguo local comercial, por haberse incendiado el Ayuntamiento y el grupo escolar la noche del 3 de enero del año 1961, y aquella noche de invierno y recogimiento, estábamos todos los jóvenes queriendo aprender un poco más de lo que habíamos aprendido en el colegio, hasta la edad de 14, años, que era el máximo que entonces se podía estar en la escuela pública nacional. El ambiente era proclive a querer aprender de todo, pues el futuro estaba en poder salir de aquel valle de lágrimas, donde fuera preciso, para formarte una vida un poco menos problemática, El maestro era un joven vallisoletano, con ideas de entender a la juventud, y aquella noche nos visito un amigo del maestro, que tenia su carrera universitaria, y entre el dialogo que hicimos entre todos los alumnos con los dos profesores, surgió la palabra hasta, con H, y sin H, diciéndonos el amigo del profesor, “Hasta con H, preposición, y Asta sin H, cuerno señor”. Aquella noche éramos casi 40, jóvenes que hoy día apenas si quedó alguno en aquel valle para contarlo, Más aquel recuerdo siguió vivo durante muchos años, ya que en el servicio militar, uno de aquellos jovenes me lo llego a recitar, se le quedó gravado como a la mayoría de aquellos alumnos nocturnos, fueron unas frases que no se olvidaron, y que las recordamos cuando nos vemos fuera de aquel territorio, ya que nunca olvidaríamos aquella noche tranquila y con ganas de aprender a redactar cualquier esquema. que llevara esa palabra tan sonora. Hasta que la muerte nos separe, o hasta que la asta del toro nos quite del medio. Nuestro agradecimiento, aquellos maestros que lucharon para que la cultura popular fuera un poco mejor, y pudiéramos escribir y leer sin demasiadas faltas de ortografía. G X Cantalapiedra.
Era el año de 1963, la escuela nocturna estaba en un antiguo local comercial, por haberse incendiado el Ayuntamiento y el grupo escolar la noche del 3 de enero del año 1961, y aquella noche de invierno y recogimiento, estábamos todos los jóvenes queriendo aprender un poco más de lo que habíamos aprendido en el colegio, hasta la edad de 14, años, que era el máximo que entonces se podía estar en la escuela pública nacional. El ambiente era proclive a querer aprender de todo, pues el futuro estaba en poder salir de aquel valle de lágrimas, donde fuera preciso, para formarte una vida un poco menos problemática, El maestro era un joven vallisoletano, con ideas de entender a la juventud, y aquella noche nos visito un amigo del maestro, que tenia su carrera universitaria, y entre el dialogo que hicimos entre todos los alumnos con los dos profesores, surgió la palabra hasta, con H, y sin H, diciéndonos el amigo del profesor, “Hasta con H, preposición, y Asta sin H, cuerno señor”. Aquella noche éramos casi 40, jóvenes que hoy día apenas si quedó alguno en aquel valle para contarlo, Más aquel recuerdo siguió vivo durante muchos años, ya que en el servicio militar, uno de aquellos jovenes me lo llego a recitar, se le quedó gravado como a la mayoría de aquellos alumnos nocturnos, fueron unas frases que no se olvidaron, y que las recordamos cuando nos vemos fuera de aquel territorio, ya que nunca olvidaríamos aquella noche tranquila y con ganas de aprender a redactar cualquier esquema. que llevara esa palabra tan sonora. Hasta que la muerte nos separe, o hasta que la asta del toro nos quite del medio. Nuestro agradecimiento, aquellos maestros que lucharon para que la cultura popular fuera un poco mejor, y pudiéramos escribir y leer sin demasiadas faltas de ortografía. G X Cantalapiedra.