CUÉNTAME ALGÚN CUENTO ABUELO,
Era un niño muy pequeño que soñaba con los cuentos, en un mundo muy risueño solo notaba los vientos. El niño le comentaba al oído del abuelo, y el abuelo le contaba este cuento da consuelo. Háblame de aquella bruja que pisaba los senderos, el niño nunca callaba teniendo sueños ligeros. El abuelo muy tranquilo iba soltando sus cuentos, y el niño logró su estilo que le daba sentimientos. Un cuento tras otro cuento al niño le van contando, y el niño tomaba aliento y va su mente formando. Cuando el niño se dormía la noche le iba rondando, el soñaba la alegría que en su mundo iba creando. Cuantos cuentos fue escuchando a lo largo de su vida, el niño creció pensando en su penosa salida. Cuentos que no tienen libros, aunque se sepan sus letras, existen cuentos perdidos en las mentes más inquietas. Las noches sobre la cuna aquel niño se dormía, quizá no soñó fortuna ni quiso formar porfía. Cuéntame algún cuento abuelo que quiero saber de vida, no me digas que el consuelo es una vela encendida. Cuantos cuentos me han contado, cuantas veces a escondidas, el amor sigue marcado en las familias queridas. Los cuentos de ciertas brujas te marcaban los caminos, si las noches son a oscuras temblabas de desatinos. Cuentos que dejaban huellas en las noches tormentosas, donde no ves las estrellas en sus horas más rabiosas. Hay cuentos que son verdades y te llenan de diabluras, pueden decir falsedades y tener dentro locuras. Los cuentos van caminando sin preguntar sus conjuras, de noche siguen marchando, abrazando a las dulzuras.
G X Cantalapiedra.
Era un niño muy pequeño que soñaba con los cuentos, en un mundo muy risueño solo notaba los vientos. El niño le comentaba al oído del abuelo, y el abuelo le contaba este cuento da consuelo. Háblame de aquella bruja que pisaba los senderos, el niño nunca callaba teniendo sueños ligeros. El abuelo muy tranquilo iba soltando sus cuentos, y el niño logró su estilo que le daba sentimientos. Un cuento tras otro cuento al niño le van contando, y el niño tomaba aliento y va su mente formando. Cuando el niño se dormía la noche le iba rondando, el soñaba la alegría que en su mundo iba creando. Cuantos cuentos fue escuchando a lo largo de su vida, el niño creció pensando en su penosa salida. Cuentos que no tienen libros, aunque se sepan sus letras, existen cuentos perdidos en las mentes más inquietas. Las noches sobre la cuna aquel niño se dormía, quizá no soñó fortuna ni quiso formar porfía. Cuéntame algún cuento abuelo que quiero saber de vida, no me digas que el consuelo es una vela encendida. Cuantos cuentos me han contado, cuantas veces a escondidas, el amor sigue marcado en las familias queridas. Los cuentos de ciertas brujas te marcaban los caminos, si las noches son a oscuras temblabas de desatinos. Cuentos que dejaban huellas en las noches tormentosas, donde no ves las estrellas en sus horas más rabiosas. Hay cuentos que son verdades y te llenan de diabluras, pueden decir falsedades y tener dentro locuras. Los cuentos van caminando sin preguntar sus conjuras, de noche siguen marchando, abrazando a las dulzuras.
G X Cantalapiedra.