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LA SECA: CUANDO BORRAMOS LAS HUELLAS...

CUANDO BORRAMOS LAS HUELLAS
Aquel hombre tan callado que no dejaba ni huellas, se marchaba muy enfadado mientras miró las estrellas. Aquella noche de Luna sin sombra, pero a conciencia, se fue buscando fortuna al perderse su paciencia. Su pasado le marcaba mientras sudaba su frente, en un tren lejos marchaba para vivir otro ambiente. Pocas huellas se notaban, el quiso vivir ausente, de aquel valle se alejaban para cambiar de su ambiente. Trato de borrar las huellas que dejaba siendo niño, nunca gozó de horas bellas ni quiso lograr cariño. Aquel tren se fue alejando, sin presentir el abismo, por detrás quedó penando mientras buscaba optimismo. Nunca soñaba el regreso su futuro era distinto, el pasado no era peso sólo le puso precinto. Nadie jamás le nombraba, aquel tiempo era previsto, que la gente se alejaba sin pensar que fue distinto. Trato de borrar sus huellas, nunca tuvo un compromiso, ni supo de noches bellas ni ver siquiera un aviso. Se pasaron muchos años, incluso tuvo sus hijos, vivió subiendo peldaños sin querer ver acertijos. A veces le preguntaron, cual es tu tierra querida, y sus ojos se nublaron en tan triste despedida. Como un emigrante a solas fue pisando en aquel mundo, sin mirar bien ciertas olas ni sentirse un vagabundo. Nadie supo de su vida, a veces quiso ser mudó, su ruta siempre afligida era un sentimiento absurdo. Sin demasiados amigos caminaba pensativo, el nunca notó castigos ni buscaba día festivo. La sombra le acompañaba de querer ser uno mismo, en su entraña la forjaba cargada de pesimismo. Nunca regreso aquel valle, ni pregunto por el mismo, borrada quedó su calle allí quedaba el abismo. Ni familiares ni nada que recordaran su casa, era dura encrucijada cuando el olvido se amasa. Nadie volvió a recordarle, su nombre quedó borrado, el tiempo no paso en balde y nunca será nombrado. Son historias sin raíces, son personas sin amparo, que sufrieron cicatrices y vieron su rumbo claro.
G X Cantalapiedra.