SIN PERDER LAS ILUSIONES
Sin perder las ilusiones se marchaba de esta vida, eran tibias las razones de su triste despedida, Entre sueños pasajeros y palabras confundidas, buscando tiempos austeros encontró señas perdidas. Una gripe mal venida le dejaba su tormento, y cual quien sufre una herida no buscó convencimiento. Atrás se quedo su mundo lleno de falso contento, en su caminar absurdo no quiso perder aliento. Por caminos y cañadas lanzo palabras al viento, eran notas encantadas que quedaron sin aliento. Ilusiones que perdidas apenas saben del muerto, en sus tardes afligidas soñaba verse contento. En sus pasos por la vida quiso evitar sufrimiento, alguna nota sentida eran caminos del viento. La vida nos va dejando nuevos senderos abiertos, mientras seguimos pensando si nos veremos de muertos. La Madre Naturaleza no quiere ver pasos ciertos, y mucho menos torpeza cuando soñemos con muertos. Se pierden las ilusiones, cuando te faltan alientos, y no te sirven razones que a veces rompen contentos. Es difícil afrontarlo, aunque te sientas muy viejo, el camino hay que tomarlo sin tener ningún complejo. Sin abrazar la distancia ni sentirte un pordiosero, cada cual tiene arrogancia en su sufrido sendero. No te asusten las campanas, quizá no llamen a duelo, en las preciosas mañanas es fácil hallar consuelo. Deja que la vida siga con sus trabas y sus sueños, aunque la pena persiga a los temidos empeños. Sin perder la ilusiones que te puede dar el cielo, deja vivir tus razones cuando recorras el suelo. No busque flores preciosas ni quieras mirar al cielo, encontraras bellas rosas que podrán darte consuelo. Somos humanos sentidos, caminamos entre velos, nadie quiere ver perdidos muchos y buenos consuelos. Dejar que la noche llegue con sus penas y lamentos, mientras que el cielo despliegue ciertas ráfagas de viento. G X Cantalapiedra.
Sin perder las ilusiones se marchaba de esta vida, eran tibias las razones de su triste despedida, Entre sueños pasajeros y palabras confundidas, buscando tiempos austeros encontró señas perdidas. Una gripe mal venida le dejaba su tormento, y cual quien sufre una herida no buscó convencimiento. Atrás se quedo su mundo lleno de falso contento, en su caminar absurdo no quiso perder aliento. Por caminos y cañadas lanzo palabras al viento, eran notas encantadas que quedaron sin aliento. Ilusiones que perdidas apenas saben del muerto, en sus tardes afligidas soñaba verse contento. En sus pasos por la vida quiso evitar sufrimiento, alguna nota sentida eran caminos del viento. La vida nos va dejando nuevos senderos abiertos, mientras seguimos pensando si nos veremos de muertos. La Madre Naturaleza no quiere ver pasos ciertos, y mucho menos torpeza cuando soñemos con muertos. Se pierden las ilusiones, cuando te faltan alientos, y no te sirven razones que a veces rompen contentos. Es difícil afrontarlo, aunque te sientas muy viejo, el camino hay que tomarlo sin tener ningún complejo. Sin abrazar la distancia ni sentirte un pordiosero, cada cual tiene arrogancia en su sufrido sendero. No te asusten las campanas, quizá no llamen a duelo, en las preciosas mañanas es fácil hallar consuelo. Deja que la vida siga con sus trabas y sus sueños, aunque la pena persiga a los temidos empeños. Sin perder la ilusiones que te puede dar el cielo, deja vivir tus razones cuando recorras el suelo. No busque flores preciosas ni quieras mirar al cielo, encontraras bellas rosas que podrán darte consuelo. Somos humanos sentidos, caminamos entre velos, nadie quiere ver perdidos muchos y buenos consuelos. Dejar que la noche llegue con sus penas y lamentos, mientras que el cielo despliegue ciertas ráfagas de viento. G X Cantalapiedra.