UN AMIGO ME DECÍA
Un amigo de la infancia hace tiempo preguntaba, si me asustaba la muerte con todo lo que llevaba. No tuve tiempo pensando ni su pregunta fue ingrata, ni quise seguir buscando en alguna muerte grata. Los dos buscando misterios cuando la muerte te llama, en estos asuntos serios poco vale la proclama. El amigo respirando mientras teme ver su errata, el temor viene callando cuando la muerte es barata. Este amigo de la infancia sabe de sobra apartarla, la muerte no es la distancia ni debes querer cuidarla. La guadaña no se rinde, aunque vaya solitaria, quizá su dolor le finge sin ser ruta extraordinaria. No debes poner reparos a la temida guadaña, en muchos momentos claros quizá su sombra te engaña. Me dijo un día mi amigo cuando la tarde acababa, la noche nunca es castigo si la vida se te acaba. Cuantas frases son temidas, cuantas palabras malvadas, cuantas noches afligidas van corriendo las cañadas. No quiero saber historias con las frases apañadas, ni sentir hablar de glorias en las frías madrugadas. Hay momentos en la vida que dudas de tus palabras, sin ver tu ruta perdida entiendes las cosas claras. A veces la lejanía te pone las cosas caras, y te asusta la agonía cuando las luces se apagan. Hay historias que son duras, con personas que son raras, existen noches oscuras que nunca te dejan taras. Mi amigo me habla de muertes con sus temidas miradas, no valen tiempos sin suertes si las frases son malvadas. No vale salir corriendo ni gritar las madrugadas, la guadaña va entendiendo que existen noches cerradas. G X Cantalapiedra.
Un amigo de la infancia hace tiempo preguntaba, si me asustaba la muerte con todo lo que llevaba. No tuve tiempo pensando ni su pregunta fue ingrata, ni quise seguir buscando en alguna muerte grata. Los dos buscando misterios cuando la muerte te llama, en estos asuntos serios poco vale la proclama. El amigo respirando mientras teme ver su errata, el temor viene callando cuando la muerte es barata. Este amigo de la infancia sabe de sobra apartarla, la muerte no es la distancia ni debes querer cuidarla. La guadaña no se rinde, aunque vaya solitaria, quizá su dolor le finge sin ser ruta extraordinaria. No debes poner reparos a la temida guadaña, en muchos momentos claros quizá su sombra te engaña. Me dijo un día mi amigo cuando la tarde acababa, la noche nunca es castigo si la vida se te acaba. Cuantas frases son temidas, cuantas palabras malvadas, cuantas noches afligidas van corriendo las cañadas. No quiero saber historias con las frases apañadas, ni sentir hablar de glorias en las frías madrugadas. Hay momentos en la vida que dudas de tus palabras, sin ver tu ruta perdida entiendes las cosas claras. A veces la lejanía te pone las cosas caras, y te asusta la agonía cuando las luces se apagan. Hay historias que son duras, con personas que son raras, existen noches oscuras que nunca te dejan taras. Mi amigo me habla de muertes con sus temidas miradas, no valen tiempos sin suertes si las frases son malvadas. No vale salir corriendo ni gritar las madrugadas, la guadaña va entendiendo que existen noches cerradas. G X Cantalapiedra.