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LA SECA: AQUEL AÑO HACE AHORA MÁS DE UN SIGLO...

AQUEL AÑO HACE AHORA MÁS DE UN SIGLO
Aquel domingo del mes de enero, aquel hombre se marchó a Medina del Campo, desde su Villa de La Seca, se fue pensando en que el día 24 de dicho mes, se celebraba la patrona que era La Virgen de la Paz. Intentaba comprarse un traje de pana hecho, para estrenarlo en dicha fecha, su viaje en un carro de varas tirado por un macho burreño. En menos de dos horas llegó a Medina, aparcando en la Posada del Sol, donde desengancho a su animal para que descansara, de aquella caminata por la carretera de tierra existente entonces, que era bastante mala. El hombre soltero y sin compromiso, quería dar la nota para ver si lograba encontrar novia o mujer, cosa que parecía imposible. En La Calle de Padilla, en una tienda de tejidos, logró su objetivo, al ver en su pequeño escaparate, trajes de negra pana, que parecían ser de abrigo, ya que en esa tierra los fríos invernales suelen ser duros. El hombre aquel que tenia ganas de diversión, se adentró con su traje a cuestas en varias tabernas de tan bonita ciudad, y termino medio borracho, sin saber por dónde andaba, por fin llegó a la Posada donde tenía su carro y macho burreño, y con muchos problemas consiguió engancharle al animal al carro, donde haciendo un esfuerzo el hombre aquel salió camino de su Villa, y sin apenas salir de Medina del Campo la niebla se le vino encima, y apenas se veían diez metros por delante, el frío mesetario le hizo espabilar dicha borrachera, y darse cuenta de que su actitud no era normal, eso si pensaba por lo menos los zapatos y el traje de pana van conmigo en mi carro, y la niebla no me asusta, la carretera si me disgusta, Más espero poder celebrar sin problemas la patrona de mi Villa. Esta vez tardo como dos horas y media en aquella carretera medio olvidada por quien tuviera que conservarla, y cuando llegó a su casa, sus padres estaban ya preocupados, al ver que tardo algo más de lo normal, eso sí, maldiciendo el alcohol que le dejo machacado, y del que no comentó ni palabra. Así se desarrollaban algunos viajes en aquella época, donde los fríos eran más fuertes, y las heladas se dejaban notar en los campos de Castilla. G X Cantalapiedra.