CAMINAMOS A LA INFANCIA CON EL PENSAMIENTO
Se van pasando los años casi sin darnos ni cuenta, miramos nuestras antiguas pisadas en las horas más inciertas, somos como niños
buenos que tememos reprimendas, y notamos los venenos sin que nos pongan las vendas. En estas fechas gozosas donde brillan esperanzas, buscamos cenas dichosas entre preciadas balanzas. Vamos mirando el pasado, contemplando las leyendas, y en fechas de navidades nunca perdimos las riendas. Las costumbres siendo niños las guardamos en el alma, entre muestras de cariño que nos dieron siempre calma. Queremos ser optimistas sin borrar nunca las huellas, de vibrar sin ser bromistas cuando brillen las estrellas. No soñamos con diabluras ni buscamos lindas flores, tan solo las amarguras nos pudieran dar dolores. Vamos buscando la infancia para sentir más la vida, sin pensar en la elegancia tememos sufrir la herida. Queremos ser más humanos caminando sin olvido, y notar fuertes las manos sobre el suelo prometido. No te asusta el horizonte ni ver los tiempos perdidos, la vida te da el resorte de otros sueños elegidos. Si pensamos en la infancia los ojos sienten los brillos, de aquella alegre arrogancia que tuvimos de chiquillos. No me lamento por nada, no me siento deprimido, mi vida marcha encantada sin verme nunca perdido. Versos corren por mi vida sin esperar recompensa, algunos buscan salida sin ver su ruta muy tensa. G X Cantalapiedra,
Se van pasando los años casi sin darnos ni cuenta, miramos nuestras antiguas pisadas en las horas más inciertas, somos como niños
buenos que tememos reprimendas, y notamos los venenos sin que nos pongan las vendas. En estas fechas gozosas donde brillan esperanzas, buscamos cenas dichosas entre preciadas balanzas. Vamos mirando el pasado, contemplando las leyendas, y en fechas de navidades nunca perdimos las riendas. Las costumbres siendo niños las guardamos en el alma, entre muestras de cariño que nos dieron siempre calma. Queremos ser optimistas sin borrar nunca las huellas, de vibrar sin ser bromistas cuando brillen las estrellas. No soñamos con diabluras ni buscamos lindas flores, tan solo las amarguras nos pudieran dar dolores. Vamos buscando la infancia para sentir más la vida, sin pensar en la elegancia tememos sufrir la herida. Queremos ser más humanos caminando sin olvido, y notar fuertes las manos sobre el suelo prometido. No te asusta el horizonte ni ver los tiempos perdidos, la vida te da el resorte de otros sueños elegidos. Si pensamos en la infancia los ojos sienten los brillos, de aquella alegre arrogancia que tuvimos de chiquillos. No me lamento por nada, no me siento deprimido, mi vida marcha encantada sin verme nunca perdido. Versos corren por mi vida sin esperar recompensa, algunos buscan salida sin ver su ruta muy tensa. G X Cantalapiedra,